Cada año, entre 40 y 60 mujeres llegan a Los Ángeles desde lugares como Islandia, Brasil, Dinamarca y diferentes rincones de los Estados Unidos, para participar de una semana de intenso entrenamiento para profesores de yoga para embarazadas.
Este encuentro anual es organizado y conducido por Gurmukh Kaur Khalsa, instructora de un revolucionario método que ella denomina: The Khalsa Way.
La palabra Khalsa deriva del Sánscrito y significa Pureza. Pureza significa conciencia, dice Gurmukh, que despierta; tu tienes el poder de dar a luz a tu bebé, no necesitas aceptar que no puedes hacerlo tu misma como la medicina occidental te quiere hacer creer: tu puedes hacerlo porque Dios te ha dado el poder para hacerlo.
Ciertamente, sus ideas pueden sonar un tanto fuera de lo convencional para la típica futura madre, pero Gurmukh asegura que lo que ella enseña no es estrafalario ni tan fuera de lo común, sino mas bien conocimiento práctico: El bebé quiere estar con su mamá, el bebé quiere leche, el bebé quiere dormir... nosotros enseñamos cosas básicas, cosas que millones de personas de otras culturas hacen a diario.
En lugar de dividir la practica en trimestres, como normalmente se hace en Hatha Yoga, su método le permite a las mujeres practicar la mayoría de las asanas hasta los días finales de su embarazo.
El entrenamiento, que comienza un sábado y finaliza el próximo viernes al mediodía, no solo incluye las clases y enseñanzas de Gurmukh. Participan también unos 15 expertos, desde médicos a parteras, y de acupunturistas a quiroprácticos, todos compartiendo sus conocimientos y experiencias. Muchas de las mujeres están embarazadas al momento de iniciar el aprendizaje del método Khalsa; otras buscan encarnar la sensación del embarazo y el parto o revivir memorias de sus propios nacimientos. Durante toda esa semana el participante toma clases de yoga para embarazadas, explora el poder de la meditación, y los Kriyas, meditaciones con mantras, canta, baila y realiza ejercicios lo suficientemente potentes como para hacerle ir hacia su propio centro y darse cuenta lo poderosa que es. Gurmukh asegura que la apretada rutina de trabajo y el rigor de las 60 horas de entrenamiento no impide que se forme una gran camaradería entre los participantes, se inicien amistades y se sienta el goce de estar juntos.
En lo que se refiere al proceso del parto, Gurmukh propone superar todos los conceptos erróneos que nos han sido dados a través del tiempo, para que la mujer pueda re-educarse a si misma y recordar quien verdaderamente es.
Todos nosotros, asegura Gurmukh, podemos acceder a un lugar bien dentro nuestro en el que la valentía es un recurso ilimitado; esa valentía es necesaria para superar nuestro condicionamiento al miedo y al dolor. El método Khalsa apunta a vencer esos condicionamientos, a dejar atrás las falacias para reencontrarnos con nuestra propia manera natural de traer un alma al mundo.
Desde | http://www.feminaactual.com
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