Lo llamamos patadas, pero en realidad nos estamos refiriendo a cualquiera de los movimientos que realiza el feto en el vientre de la madre, bien sea al cambiar de postura, estirarse o, también, golpear con brazos y piernas la pared abdominal de la embarazada, auténticos puñetazos y patadas.
Cuándo empiezan
Por lo general a partir del cuarto mes la mayoría de las embarazadas empiezan a sentir los movimientos de sus bebés.
Suelen presentar una pauta muy marcada, con periodos de actividad y de descanso.
Según avanza el embarazo la actividad se concentra en determinados momentos del día, por lo que pueden ser bastante predecibles.
Los movimientos intrauterinos de los bebés se ven influenciados en la mayoría de las ocasiones por la alimentación de la madre debido al incremento de la glucosa en la sangre, que estimula al bebé.
En estos casos los movimientos son rítmicos y cortos, como si el bebé tuviera hipo. Desde ese cuarto mes que hemos indicado, el bebé se moverá con intensidad creciente a lo largo del resto del embarazo y hasta el momento del parto. No es cierto que en las últimas semanas el bebé deje de moverse. Lo cierto es que le falta espacio y los movimientos se hacen más pausados, pero sigue plenamente activo en el vientre de la madre.
El movimiento como indicador de la salud del feto
Ya hemos comentado que el movimiento fetal es un indicador de la salud del bebé. La intensidad de los movimientos o patadas es correlativa con el desarrollo y crecimiento del bebé. Por lo general, y siempre previa consulta con el ginecólogo, que marcará las pautas a seguir, se puede hacer un seguimiento de los movimientos fetales para controlar la evolución del bebé y estar alerta ante posibles problemas.
De todas formas, hay que resaltar que cada gestación es diferente y que no valen las recomendaciones y consejos de otras gestantes sobre los movimientos fetales. Ningún feto se mueve igual a otro, ni con la misma intensidad ni con el mismo ritmo. Cada bebé tiene sus pautas y la madre es la que debe observar los movimientos para conocerlos y hacer un seguimiento efectivo.
Una vez encontrado el patrón de movimientos de su bebé, la observación de cambios notables puede ser el aviso de que el feto está bajo algún tipo de estrés o que sufre algún tipo de alteración.
Cómo hacer el recuento de patadas
Volvemos a insistir en la recomendación se observar los movimientos fetales bajo supervisión médica. Hacerlo por cuenta propia, sin tener información de lo que se debe esperar o de lo que significan los movimientos fetales puede llevar a situaciones de angustia o de alarma injustificadas.
Para el recuento de patadas o control de los movimientos fetales es conveniente hacerlo mas o menos a la misma hora todos los días. Se anota el número de veces que se sienten las patadas o cambios de postura u otros movimientos en un espacio de una ahora.
Después de varios días se podrá tener una idea bastante precisa de la pauta de movimientos fetales. Los hipos, esos movimientos rítmicos y cortos, como pulsaciones del corazón, debidos a la excitación producida por la ingesta de alimentos de la madre, no deben computarse.
Si el bebé se mueve muy por encima de esa pauta observada o lo hace muy por debajo o deja de moverse en los periodos en que normalmente lo hacía, hay que ponerse en contacto con el médico.
Desde | Terra Mujer
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