Buscan saber qué hacen y con quiénes se juntan. Droga, alcohol, adicción a Internet y pedofilia son las mayores preocupaciones. Para los expertos, la tendencia habla de padres alejados de sus hijos que usan "intermediarios" para enterarse de sus vidas.Desconfían pero no saben cómo acercarse. Sospechan pero no pueden ni preguntar. Hay padres que están tan alejados de sus hijos que necesitan intermediarios para enterarse de sus vidas. Son padres que a raíz de ciertas conductas de sus hijos, y tal vez frustrados por no poder hablar con ellos, contratan detectives privados para que les cuenten lo que ellos no logran averiguar.
Sí, las agencias de detectives privados, famosas por descubrir infieles y cazar deudores o estafadores, ahora también se dedican a seguir chiquilines para ver dónde y con quién pierden el tiempo, si se drogan o se emborrachan. Sus sofisticados servicios también permiten meterse en sus computadoras y leer todos sus mails, ver cada página por la que navegan, seguir paso a paso sus chats. Lo mismo con sus celulares. Los temerosos padres pueden así obtener informes pormenorizados de sus hijos en tan sólo unos pocos días. Eso sí, la falta de confianza y la incapacidad de dialogar les sale carísimo, hasta mil pesos diarios.
Hace poco, dos consultoras distintas hicieron dos encuestas sobre los temores de los padres de adolescentes. Los resultados son prácticamente iguales: le temen a casi todo, pero fundamentalmente al consumo de drogas y alcohol, también a la inseguridad. Y reconocen que lo que más les cuesta es ponerles límites a sus hijos.
Según los detectives, la pedofilia, la droga y el alcohol son los principales fantasmas de los padres. También hay otro: la homosexualidad. Pero en ese tema, aseguran los sabuesos, ellos no se meten porque "es asunto privado". Igual, a veces les pasa que investigan porque los padres sospechan por drogas y terminan descubriendo una relación homosexual.
Fernando González, de Sitec Investigaciones, define el perfil de sus clientes: "Mayormente son las madres las que recurren a nosotros, luego de hablar con sus maridos para tomar la última palabra. Son padres mayores de 45,50 años con hijos adolescentes que carecen de tiempo, recursos y medios para vigilarlos. Llegan a nosotros luego de peleas y negativas de los hijos a responder sus preguntas. Quien consulta este servicio busca alguien con los medios necesarios para vigilar a un adolescente, que no es fácil. Este tipo de servicio no es muy conocido aun, por lo tanto, quien llega a nosotros viene aconsejado y con la fe puesta en que tenemos los medios para hacer lo que ellos mismos no pueden".
Para Daniel Pinedo, de Troyan Detectives, son padres que arrastran sospechas mucho tiempo, y cuando los consultan es porque "ya están en algo seguro". Miguel Maiolino, de Detectives Newbery, confirma las razones: "Son padres que quieren saber en qué andan sus hijos: si trabajan, si estudian, qué parejas tienen, si están en la droga, ya sea porque se drogan o venden. Algunos también porque están perdidos, buscan su paradero". Raúl di Nucci, de Cie Investiga, cuenta que "desde que los dos padres trabajan los chicos están mucho tiempo solos, y encima se sumaron canales de comunicación como Internet con los que no hay control. Así, nosotros terminamos haciendo de niñeras encubiertas". Los chicos que ellos deben estudiar van de los 12 a los 26 años.
El "problema" de los más chicos es la adicción a Internet. "Sus padres quieren sabe con quién chatean, y también temen que caigan en bandas de pedófilos. Los motivos de investigación en los más grandes están relacionados con la adicción a las drogas y al alcohol. Los seguimos a la salida del colegio, vemos con quiénes se juntan, si toman cerveza, si fuman. También vamos a boliches, vemos si se meten en líos, si están en la droga". "Se interviene la PC con aparatos, o programas especiales, con autorización de los padres. Se vigilan los celulares (se ve a quiénes escriben, a quiénes llaman), se interviene el teléfono de línea de la casa para ver si lo usan cuando los padres no están. Se los sigue durante varios días durante todo el tiempo que no están en sus casas. A la hora de seguirlos se utilizan mayormente chicas jóvenes que son las que más pasan desapercibidas y generan menos sospecha, y las que saben sacar más información -detalla González-. Los softwares y equipos usados para intervenir las computadoras se conocen como keyloggers y se consiguen en Internet, pero no todos saben usarlos. Los chicos son muy hábiles con la computadora y sólo gente acostumbrada a esto sabe como hacer bien la intervención. Se investigan sus contactos celulares y de facebook, sus contactos en MSN, sus charlas. Todo".
¿Y después? ¿Qué les dicen a los padres? "Les damos pruebas en la mano, especialmente videos. Ya las fotos no se usan. Sin vueltas, de manera directa, porque es lo que esperan. Nosotros hacemos de confirmación de cosas que muchas veces ya saben y necesitan ver -dice González-. Ahí termina nuestro trabajo y empieza el verdadero trabajo de ellos, el de padres".
Desde | Clarin
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2 comentarios:
Los padres que pueden pagar estos servicios son justamente los mismos que le dan la misma suma a sus hijos que a los detectives para sacarselos de encima y que vaguen por los shoppings. Los mismos que están todo el tiempo amasando fortuna y los dejan a cargo de niñeras y nunca saben si estudian, hacen las tareas o sus problemas personales. Los mismos que pagan esa suma en el colegio para que no los expulsen y los sigan "aguantando". Esos padres se preocupan por si sus hijos son homosexuales "por el qué diran", en vez de hacercarse y conversar y entenderlos tal cual son.
No puedo menos que coincidir con vos Nancy... el problema aqui empezó en los padres, continuo en los padres y ahi va a morir porque aunque tengan los resultados de un detective, seguiran en las mismas con sus hijos: vos x tu lado, yo x el mio.
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