Los hijos de mujeres con depresión postparto prolongada no tendrían problemas con el crecimiento y el peso, según un nuevo estudio.
En teoría, la depresión materna, especialmente si es prolongada, puede alterar el crecimiento de los bebés y de los niños pequeños. No sólo puede generar dificultades en el amamantamiento sino que, en estadios más avanzados, puede hacer que las madres no controlen si sus hijos comen sano.
Un equipo de Brasil estudió a casi 3.800 niños y a sus madres durante los primeros cuatro años de vida de los niños. El 30 por ciento de las madres sufrieron depresión postparto en algún momento, incluido un 5 por ciento que tuvieron síntomas durante todo el estudio.
Al principio, los hijos de las mujeres con depresión prolongada parecían tener más riesgo de no ganar altura -eran más bajos que lo indicado para la edad- y de tener bajo peso.
El 6 por ciento de los hijos de madres depresivas tuvieron un crecimiento atrofiado, a diferencia del 3 por ciento de los hijos de mujeres sin depresión después del parto. El bajo peso en esos dos grupos de niños afectó al 4 y al 1 por ciento, respectivamente.
De todos modos, al considerar factores como el ingreso familiar y la educación materna, la depresión postparto no siguió asociada con el crecimiento infantil. El equipo de la doctora Ina S. Santos, de la Universidad Federal de Pelotas, publicó los resultados en Journal of Pediatrics.
Según los autores, los resultados sugieren que, si bien el retraso del crecimiento fue más común en los hijos de mujeres con depresión crónica, el origen del problema es otro.
De todos modos, señalaron que eso no sería una verdad universal.
Estudios previos en India y Pakistán, por ejemplo, habían asociado la depresión materna con la alteración del crecimiento infantil.
Es posible, escribió el equipo, que en algunos países donde las mujeres "enfrentan grandes adversidades y tienen menos poder de decisión y autonomía", la depresión impida que una madre supervise la alimentación de su hijo.
Los resultados destacan también cuán frecuente es la depresión postparto: el 30 por ciento de las madres del estudio tuvieron depresión en algún momento de los primeros cuatro años de sus hijos.
Esa prevalencia tan alta, aseguró el equipo, sugiere que "los trabajadores de la salud tienen que estar preparados para controlar y reconocer la depresión materna para tratarla adecuadamente".
Desde | Reuters Health
La nota fue extraída del link anterior. Si tienes dudas o sugerencias sobre derecho de autor favor de remitirse a la liga mencionada con anterioridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario