Investigadores norteamericanos aseguraron que menos del 8% de todos los intentos por generar un bebé en laboratorio tiene éxito. “La amplia mayoría de los espermatozoides y los óvulos nunca se unen ni siquiera para iniciar el proceso de fertilización”, indican desde la Sociedad Estadounidense de Medicina ReproductivaUna revisión de todos sus esfuerzos por unir un óvulo con un espermatozoide en su clínica de fertilidad mostró que apenas el 7,5 por ciento de los intentos generaba un embrión que podía ser luego implantado en el útero de una mujer, indicó un equipo dirigido por Michael John Tucker, del Centro de Fertilidad Shady Grove, en Maryland.
“No debería sorprender a nadie que la amplia mayoría de los espermatozoides y los óvulos nunca se unen ni siquiera para iniciar el proceso de fertilización“, indicó en un comunicado el doctor Robert Rebar, director ejecutivo de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva (ASRM).
“Pero es muy importante comprender que incluso una vez unidos para la fecundación, una enorme mayoría de los óvulos fecundados no se convierten en embriones viables, y sólo un pequeño porcentaje de los embriones podrían producir un bebé. Aunque estos datos vienen de laboratorios de FIV (fertilización in vitro), la concepción natural es también muy ineficiente”, añadió Rebar.
El equipo del Shady Grove presentará sus hallazgos esta semana en un encuentro de la ASRM en Denver. Los expertos revisaron todos los ciclos de FIV en su centro entre el 2004 y el 2008. De 110.000 óvulos fertilizados con espermatozoides, sólo 31.437 generaron embriones viables.
Habitualmente se implantan sólo uno o dos embriones por vez, y el resto son congelados. Pero suponiendo que todos los embriones congelados finalmente se usasen, en teoría nacerían 8.366 bebés, lo que equivale a apenas un 7,5 por ciento de todos los óvulos fecundados, indicaron los investigadores.
Este mes el Premio Nobel de Medicina fue para el fisiólogo británico Robert Edwards, cuyo trabajo condujo al nacimiento de la primera “bebé de probeta”, Louise Brown, en 1979. Desde entonces, han nacido 4 millones de niños por FIV.
Un segundo estudio que se presentará en el encuentro arroja luz sobre otro aspecto de la infertilidad. Jorge Chavarro y colegas de la Escuela de Medicina de Harvard y del Hospital General de Massachusetts revelaron que cuanta más grasa consume un hombre, menor es su concentración de espermatozoides.
“Los hombres que están planeando ser padres deberían ser alentados a lograr y mantener un peso saludable y a considerar sus dietas. Lo que uno come afecta a todo el cuerpo, incluidas las células espermáticas”, dijo Nancy Brackett, presidenta de la Sociedad de Urología y Reproducción Masculina.
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1 comentario:
Muy interesante!
Creo que si seguimos como vamos, con este estilo de vida, dejaremos de poder amamamantar, de poder parir, de poder embarazarnos... Una sociedad suicida, vamos.
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