En los primeros meses de vida, el bebé aún no es capaz de hacer una relación entre las emociones que experimenta y lo que pueden significar. El bebé depende totalmente de su mamá para sentirse comprendido y atendido en sus necesidades básicas. Cuando él está molesto o vive alguna tensión, es su madre la que decodifica el origen de su malestar y le ofrece el alivio necesario para que su equilibro sea recuperado. La repetición constante de esas experiencias es lo que posibilita el desarrollo de la capacidad de pensar del bebé. Esta situación se dificulta cuando el bebé presenta un trastorno, parcial o total, en su aparato auditivo. Cuando llora, el bebé no podrá tranquilizarse porque no llegará a oír la voz de aliento de su madre. Eso puede generar sentimientos de inseguridad, de abandono, y hacer con que el bebé no se sienta correspondido por sus padres o que se sienta distanciado de ellos. En esta fase, la de los bebés, es muy difícil detectar una discapacidad auditiva.
Cómo puedo saber si mi hijo oye bien
Según algunos especialistas, la sordera es más fácilmente detectable sólo a partir de los 2 o 3 años. Cuando se trata de un niño, es más cómodo notar alguna dificultad en este sentido, ya que este problema suele alterar su comportamiento. Él dejará de contestar a las llamadas de sus padres, pedirá que aumenten el volumen de la tele, del aparato de música, y eso también influirá en su trabajo en el colegio, como también en su conducta. Se mostrará más reservado, recluido, por que se sentirá inseguro.
Sin embargo, otros expertos afirman que la sordera infantil puede ser diagnosticada a los pocos días de vida, mediante una prueba que se denomina otoemisones acústicas que consiste en obtener mediante un aparato que emite un sonido que hace que se produzca una especie de eco que es analizado y valorado para dar una respuesta positiva o negativa a la prueba. Lo dificil es mantener al bebé calmado para la prueba, ya que cualquier ruido exterior imposibilita su realización.
Considerando que la sordera infantil puede comprometer seriamente al desarrollo emocional, cognitivo y social del niño, es importante que su diagnostico sea realizado lo más temprano posible, para que el trabajo de estimulación de la comunicación entre el bebé y sus padres empiece antes y tenga un rápido efecto. Un diagnóstico precoz de la hipoacusia permite iniciar su tratamiento antes de los 6 meses, evitando así alteraciones del lenguaje y favoreciendo al desarrollo nauropsicológico del niño.
Un diagnostico seguro y preciso
Un diagnostico precoz de la audición se hace a través de una examen audiométrico, especialmente cuando existen sospechas en situaciones como: nacimiento de alto riesgo, casos de sordera hereditaria, matrimonio entre personas de una misma familia (consanguinidad), embarazo acompañado de rubéola, y casos de meningitis después del nacimiento.
Un audiólogo es el especialista que se encargará del diagnostico, y de presentar una solución al problema. Pero existen algunas situaciones que pueden ayudar a los padres a que detecten de que algo no va tan bien en la audición de su hijo. Ejemplos:
1- Cuando un bebé recién nacido no muestra sobresalto ni se despierta ante cualquier ruido del ambiente;
2- Cuando los bebés y niños hacen mucho ruido durante los juegos
3- Cuando un bebé, de más de 3 meses, no voltea al llamarlo
4- Cuando un bebé de aproximadamente 1 año no inicia lenguaje
5- Cuando un niño, en su primer año de vida, no balbucea ni se vuelve o contesta ante los sonidos y las llamadas normales en una familia
6- Cuando un niño, de 2 años de edad, aún no dice “papá” ni “mamá”
7- Cuando un niño, a los 2 años de edad, atienda solamente a las órdenes sencillas y básicas, sin mirar a quien las produce
8- Cuando un niño, de 3 años de edad, no dice palabras, sino que emite ruidos que no se entienden
9- Cuando un niño, a los 3 años de edad, no es capaz de repetir frases de más de dos palabras
10- Cuando un niño, a los 4 años de edad, no sabe contarnos espontáneamente lo que pasa
11- Cuando un niño, a los 5 años de edad, aún habla como bebé
12- Cuando un niño es demasiado pasivo y no molesta
13- Cuando un niño pronuncia mal las letras: R, S, D, L, J, y T.
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