El desarrollo de tu bebé
Se están llevando a cabo los últimos toques en el bebé para crear una obra maestra. Las pestañas, las cejas y el cabello en la cabeza del bebé son evidentes. El vello, denominado "lanugo", que ha cubierto a su bebé desde el comienzo del segundo trimestre comienza a caer aunque parte se mantiene en los hombros y la espalda hasta el nacimiento.
El bebé ya mide aproximadamente 11,4 pulgadas (29 cm) y pesa alrededor de 4 libras (1.800 gramos). Si dieras a luz ahora, el bebé tendría excelentes probabilidades de supervivencia fuera de tu vientre.
El bebé ocupa ahora casi todo el espacio que hay en el útero, ¡pero eso no quiere decir que su nivel de actividad se haya reducido! Quizás hayas escuchado decir que es normal que los bebés se muevan un poco menos a medida que avanza el embarazo, pero eso no es verdad, simplemente cambia el tipo de movimientos que hacen. Si notas una reducción en sus movimientos, debes llamar a tu doctor.
Tu cuerpo
Durante las consultas prenatales, su médico controlará tu presión arterial, tu orina y cualquier signo de hinchazón. Síntomas como el aumento repentino de peso, la hinchazón de las manos o de la cara, los dolores de cabeza o los cambios en la vista pueden ser un indicio de preeclampsia. Esta afección produce presión alta y concentración de proteínas en la orina. Recuerda comentarle al médico si tienes alguno de estos síntomas, ya que esta dolencia puede afectar tanto a la madre como al feto durante la segunda mitad del embarazo.
El volumen de tu sangre (plasma, más glóbulos rojos) es ahora un 40 ó 50 por ciento mayor que antes de quedar embarazada, porque ahora tu cuerpo también se tiene que hacer cargo del bebé. Esta cantidad extra compensa además la sangre que puedas perder durante el parto. Ahora estás aumentando más o menos 1 libra (1/2 kilo) a la semana y aproximadamente la mitad de ese peso va a tu bebé. El útero presiona hacia arriba, cerca del diafragma, y en el abdomen. Esto puede causar a menudo una sensación de que te falta el aire, así como acidez estomacal. A medida que el bebé crece, la concentración cada vez mayor de peso en el vientre hace que tu postura y centro de gravedad cambien. Además, tus músculos abdominales se están estirando, las hormonas están haciendo que tus ligamentos se distiendan y tu útero, cada vez mayor, quizás esté presionando algunos nervios. Todo esto puede contribuir a causar dolor en la parte baja de tu espalda y posiblemente también en tus nalgas y caderas. Si tienes mucho dolor o una sensación de hormigueo en las piernas, díselo a tu doctor.
Desde | K.H
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