Las mujeres embarazadas podrían tener otra razón más para no beber alcohol, ya que un estudio reciente halla que tomar alcohol durante el embarazo eleva el riesgo de un cáncer de la sangre poco común en los niños.
La investigación, realizada por científicos franceses, encontró que la probabilidad de que aparezca leucemia mioloide aguda (LMA), un cáncer de la sangre que a menudo es fatal, aumentaba en 56 por ciento entre los hijos de madres que tomaron alcohol durante el embarazo.
El estudio refuerza las advertencias médicas de que las mujeres embarazadas y las que intentan concebir deben evitar la bebida, enfatizó la autora del estudio Paule Latino-Martel, directora de investigación de la Unidad de investigación sobre epidemiología nutricional de la Universidad de París.
"A las mujeres embarazadas y a las que desean tener un hijo [ya] se les aconseja evitar el alcohol para prevenir el síndrome de alcoholismo fetal", señaló Latino-Martel. "Nuestros hallazgos refuerzan esta recomendación".
"Las evidencias existentes sugieren que hay un riesgo, que existe una relación entre el alcohol y la LMA", agregó un experto, el Dr. Patrick Zweidler-McKay, profesor de oncología pediátrica del Centro Oncológico M.D. Anderson de la Universidad de Texas en Houston. "Durante el embarazo debe prevalecer el sentido común".
Aunque los peligros del consumo de alcohol durante el embarazo se han publicitado ampliamente durante años, un número demasiado alto de mujeres embarazadas sigue bebiendo. De acuerdo con la información de fondo del estudio, cerca del doce por ciento de las mujeres embarazadas en Estados Unidos informan que consumen alcohol, así como el 52 por ciento de las francesas y el 60 por ciento de las rusas.
Cada año, aparecen 700 casos de leucemia mioloide aguda en Estados Unidos, dijo Latino-Martel, y el pronóstico de recuperación ha mejorado de manera considerable en la última década. La tasa de supervivencia a cinco años entre los niños de hasta 14 años ahora ronda el 60 por ciento, destacó.
En el estudio, publicado en la edición de mayo de Cancer Epidemiology, Markers & Prevention, los investigadores revisaron los datos de 21 estudios, que analizan la conexión del consumo de alcohol entre las mujeres embarazadas y dos cánceres poco comunes: la leucemia mieloide aguda y la leucemia linfoblástica aguda.
El estudio comparó el número de casos de leucemia mieloide aguda en dos grupos de riesgo de más de 8,000 mujeres (madres que bebían) y grupos de control en el que participaron más de 10,000 mujeres (madres que no bebían). En un subgrupo de nueve estudios, se detectaron 731 casos de leucemia mieloide aguda.
Beber durante el embarazo elevaba el riesgo sólo de leucemia mieloide aguda, hallaron los investigadores. No se detectó un mayor impacto en ninguna de las etapas del embarazo, pero el riesgo aumentaba con la cantidad de alcohol que se consumía.
"Creo que lo que hace este estudio es agrupar los datos de varias investigaciones. Hay suficiente evidencia aquí como para decir que existe una clara conexión entre el consumo de alcohol y la LMA", aseguró Zweidler-McKay.
Zweidler-McKay considera que el feto es más vulnerable durante las primeras etapas de desarrollo, pero ninguna de las etapas del embarazo es inmune al riesgo.
Ocurren cambios a nivel celular que podrían conducir al cáncer, explicó Zweidler-McKay. "Se produce un error cuando se hacen copias de las células a principios del desarrollo fetal", dijo. "Esta mutación es causada por algunas toxinas del ambiente, muy probablemente el alcohol o los cigarrillos".
Se sabe que aún el consumo moderado de alcohol causa varios tipos de cáncer en los adultos, agregó el Dr. Stephen Ross, director clínico del Centro de Excelencia para las Adicciones de la Universidad de Lagone en el Centro Médico de la NYU en la ciudad de Nueva York.
Ross advirtió que el estudio retrospectivo, que fue financiado por el Fondo Mundial para la Investigación sobre Cáncer (FMIC), no muestra ninguna causalidad.
"Muestra una conexión y son cautos al decirlo", dijo haciendo referencia a los autores del estudio.
Debido al alto riesgo de defectos congénitos, Ross estuvo de acuerdo en que las mujeres embarazadas no deberían consumir nada de alcohol porque no existe una cantidad segura conocida o un periodo seguro durante el embarazo.
Latino-Martel también citó una investigación que mostró que las diferencias en la tasa de consumo de alcohol entre las mujeres embarazadas de distintos países se relacionaban de manera estrecha con los programas nacionales de prevención del consumo de alcohol.
Desde | HealthDay News/DrTango
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