domingo, 8 de enero de 2006

Adios a mi tiempo libre ?

Catorce horas diarias sin parar de trabajar, noches en vela, siete días a la semana de guardia… Esta podría ser la agenda de cualquier recién estrenado papá. Y si le sumamos las ajetreadas tareas típicas de estas fechas, la vida social y el tiempo de asueto parecen esfumarse en el preciso momento en que tu hijo llegó al mundo. Pero ¡que no cunda el pánico!

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

Desde luego que la paternidad puede suponer, si no el mayor, sí uno de los cambios más drásticos de tu vida; esto no significa necesariamente que debas renunciar a tu tiempo libre.
Tampoco será todo color de rosa. Ser padre, y más aún si eres primerizo, es una experiencia agotadora; tendrás que adoptar un nuevo rol y asumir muchas responsabilidades que consumirán la mayor parte de tus horas. Pero tanto tú como tu pareja necesitáis tiempo libre; disponer de él no es un lujo sino una necesidad. Y encontrarlo es sólo cuestión de organización.

Tiempo para ti

Generalmente las madres suelen hacerse cargo del cuidado del bebé en exclusiva, especialmente durante sus primeros meses de vida. En primer lugar, si éste es tu caso y eres la cuidadora principal, empieza reservando a diario un mínimo de media hora para ti misma, para darte un baño, leer un libro o una revista o hablar por teléfono con una amiga.
Pero no seas demasiado estricta a la hora de planificar tu jornada: sé flexible con la rutina diaria. Las necesidades del bebé cambian constantemente y si se despierta por sorpresa, te habrás quedado sin esa media hora con la que contabas.
Aprovecha los momentos en los que el bebé está dormido para descansar. Cuando estás agotada es más importante una siesta que encerar la mesa del comedor. No pasa nada por dormir durante el día, piensa que probablemente tendrás que despertarte por la noche.

Pero sacar media hora para descansar mientras el bebé está dormido no significa tener tiempo libre. Para ello deberás alejarte del ambiente de tu casa. Cuando quedes con alguien, por ejemplo trata de hacerlo en un lugar distinto de tu hogar. Si estás en casa, inevitablemente, acabarás dedicándote al bebé y despreocupándote de tu invitado.

No te sientas culpable

Te será mucho más fácil encontrar tiempo libre si aceptas la ayuda de los demás. No te hagas la valiente, ni tengas remordimientos de culpabilidad pensando que no eres buena madre por dejar que otros cuiden de tu bebé.
Es normal que al principio te sientas rara alejándote de él, pero con el tiempo empezarás a confiar en los cuidadores. Debes ser consciente de que las supermamás no existen y tu necesario descanso, a la larga, será beneficioso para tu pequeño en muchos aspectos:

-Pasar cortos periodos de tiempo lejos del bebé es bueno para que se acostumbre a tus ausencias (pronto aprenderá que siempre vuelves). Así empezará a sentir confianza y desarrollará sus habilidades sociales al tener que relacionarse con otras personas.
- Cuando vuelvas a verle disfrutarás más del bebé.
- Una pausa te ayudará a sentirte relajada y descansada, lo que significa que afrontarás mejor la situación del cuidado del bebé.

Tiempo en pareja

Aprovecha al máximo el tiempo en casa con tu pareja. Al principio podrá sentirse un poco dejado de lado, por lo que es importante reservar tiempo para los dos solos. Aunque te parecerá extraño planificar una cita para estar a solas, si intentas que sea algo espontáneo, siempre te parecerá que no tienes tiempo o decidirás que el bebé es más importante. Dedica un tiempo, al menos un día al mes, a estar los dos solos sin interrupciones.
También es conveniente que sigáis con las costumbres que teníais antes. Este tiempo juntos contribuirá a crear una imagen de normalidad y en la medida de lo posible tratad de desconectar y que la conversación no gire siempre en torno al bebé. Recuerda que además de padres seguís siendo una pareja, ¡y no es incompatible!

Salir

Un bebé no debe impediros continuar con algunas de las aficiones que tenías antes de ser padres, como practicar un deporte por ejemplo. Si no siempre encuentras a alguien que lo cuide mientras, ¿por qué no te animas a realizar un deporte que puedas disfrutar con tu pequeño? Natación, footing, etc.
No rechacéis invitaciones por norma y, si es posible, procurad no llevar al bebé con vosotros a todas partes. Encuentra un canguro de confianza y, si le das el pecho, sácate la leche para que no tengáis que acortar la velada.
Cuando el bebé sea un poco mayor, podéis recurrir a alguien que le cuide durante más tiempo, los abuelos seguro que estarán encantados de quedarse con él mientras disfrutáis de un fin de semana de viaje los dos solos.

No hay comentarios: