Cada bebé tiene su propio ritmo y sus tiempos de desarrollo, por eso puede ser que tu bebé comience a caminar entre los nueve y los 15 meses.
El pediatra del bebé que observa el crecimiento del bebé te dirá si hay razón de alarmarse si demora demasiado, aunque si no hay ninguna patología solo será cuestión de paciencia.
Las características del bebé, su medio ambiente, las posibilidades que le brindes (si no lo dejas en el piso, nunca aprenderá a gatear y demorará más el aprendizaje de caminar) y lo que exijas de él influirán en el momento que escoja para comenzar a caminar.
La aparición de la marcha erguida es gradual, el recién nacido ya da señales de su capacidad para caminar, si lo sostienes con los pies apoyados en una superficie dura notarás que se apoya y patea como si quisiera caminar, es un acto reflejo y automático.
Sin embargo es recién a partir de los tres meses cuando ya puede sostener su cabeza, que sus piernas se vuelven más firmes y apoyándolo sobre una superficie firme comienza a tratar de enderezarlas para sostener su peso.
Alrededor de los nueve meses comenzará a gatear y poco a poco, al sentirse más fuerte intentará pararse apoyándose en los muebles para caer sentado cuando se canse.
Cuando logre mantenerse erguido intentará desplazarse, al principio necesitará que lo tomen de las manos, hasta que finalmente lo haga solo.
Si bien es un motivo de orgullo para los padres contar que su hijo “ya camina”, es fundamental que entiendas que un bebé no es más inteligente que otro solo porque comenzó a caminar antes, por eso no es saludable forzarlo a caminar antes de que esté listo.
Los pediatras tampoco recomiendan el uso del andador, no solo puede causar un accidente, priva al niño de etapas fundamentales para su desarrollo, como el gateo.
Para que pueda caminar con seguridad, deben poder apoyar la planta del pie, sintiéndose firmes “agarrándose” al piso, por lo que tal vez prefieran hacerlo descalzos o con medias.
Al comprar sus primeros zapatos deberás tener presente que sean cómodos, de badana que es suave y que permitan la movilidad de los dedos.
Nunca le compres zapatos más grandes de lo necesario, esto perjudicaría sus pies.
Al comenzar a caminar el niño tendrá acceso a lugares en los que puede haber algún peligro para él, no puedes dejarlo sin supervisión mientras camina, pero todos sabemos que un segundo de distracción basta para que un bebé toque algo que no debe. Por lo tanto lo más sabio es convertir la casa en un lugar seguro:
Los productos tóxicos: detergentes, lavandina, remedios, bebidas alcohólicas, deben estar fuera de su alcance, si están en un lugar bajo deben estar bajo llave.
Los enchufes deben tener protectores.
No dejes manteles o cables colgando, el niño puede colgarse de ellos tirándose encima cosas que pueden lastimarlo.
Si la casa tiene escaleras, deben estar cerradas con una baranda.
No deben quedar recipientes con agua a su alcance, un bebé puede ahogarse en pocos centímetros de agua. El inodoro debe estar siempre tapado.
No dejes objetos cortantes, ni puntiagudos a su alcance.
Desde | MamasyBebes
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