jueves, 27 de septiembre de 2007

Y volverás a parir con dolor

Tener hijos no pasa de moda, la forma de parirlos parece que sí. Desde 2000 las mujeres podían solicitar hacerlo bajo anestesia, ahora la sanidad pública promueve la asistencia no medicalizada



Y volverás a parir con dolor... Si hace siete escasos años muchas mujeres españolas y buena parte de ciertos colectivos médicos (ginecólogos, matronas y enfermeras) ganaban la batalla a favor del libre acceso a la anestesia epidural en los partos para aliviar el sufrimiento de las futuras madres; ahora estamos ante una '' nueva 'vuelta de tuerca'.

Esta misma semana y mientras el ministro de Sanidad, Bernat Soria, anunciaba en el Congreso de los Diputados una futura estrategia para la mejora de la atención al parto no medicalizado; la consejería de Sanidad de Galicia sorprendía a los ciudadanos con la propuesta de facilitar a las parturientas, antes de finales de este año, la posibilidad de elegir entre traer a sus hijos al mundo de forma natural -incluso con el apoyo de bañeras de dilatación para poder optar por dilatar en el agua- o recurrir a una asistencia instrumentalizada en la que se incluye la analgesia epidural.

Estas propuestas promueven la autonomía y la participación de las mujeres en el parto. Concretamente, abogan por el inicio espontáneo del proceso fisiológico del alumbramiento y el tiempo de dilatación de cada gestante, lo que implica no inducir el nacimiento mediante el uso de oxitocina, una hormona relacionada con los patrones sexuales y que estimula las contracciones. Acarrea, también, no practicar episiotomías [corte realizado en el tejido perineal con la finalidad de ensanchar la salida vaginal y disminuir el riesgo de desgarros] ni cesáreas a no ser que sean estrictamente necesarias.

El movimiento actual en pro del parto natural [esta posibilidad ya existe en otras comunidades como Cataluña o Andalucía] obedece tanto a la demanda ejercida por muchas mujeres como al hecho de que algunos especialistas, además de la propia Organización Mundial de la Salud, hayan denunciado a España por superar con creces la tasa de cesáreas que se estima recomendable: en torno al 15%. Una acusación que ha motivado en parte la decisión de Soria de tener lista antes del fin de la legislatura, una estrategia para la «reducción de las prácticas innecesarias, como la episiotomía rutinaria, además de adecuar la realización de cesáreas a las necesidades clínicas reales de las mujeres», según declaró el propio ministro.

De hecho, el porcentaje de alumbramientos abdominales se sitúa en el 26% dentro de la red pública y es de hasta un 35% en la privada, cifras que están muy por encima de las que registran otros países de nuestro entorno (la media en Europa es del 18%). En algunos de ellos, además, el parto natural en casa es algo frecuente. Es el caso de Holanda donde un 40% de las madres así lo elige.

Y mientras centros públicos y privados de todo el territorio español habilitan salas para que las mujeres den a luz a sus hijos cuando y como quieran y alejadas de las batas verdes; algunos especialistas, como Javier Haya, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid, recuerdan que el debate parto natural 'versus' parto medicalizado «es realmente complejo ya que supone un enfrentamiento directo entre la seguridad durante el mismo, que requiere de procedimientos incómodos, y la tendencia actual de defender un alumbramiento no instrumentalizado».

Este experto no niega que el parto sea «un proceso totalmente natural, pero no es menos cierto que hasta la llegada de su medicalización muchas mujeres morían en él o padecían complicaciones que marcaban su vida de manera negativa. La demanda actual de parir sin intervención médica puede obedecer, en parte, a que los modernos métodos de evaluación suponen molestias para la madre, que no comprende lo que se está haciendo con ella y que muchas veces considera innecesarios. También porque la tasa de morbilidad y mortalidad perinatal se ha reducido de forma espectacular, lo que hace pensar que el parto carece de riesgos».

Sin embargo, el doctor Haya insiste en que «la seguridad tiene el precio de la comodidad, pero no cabe duda de que merece la pena pagarlo. Es curioso que el 99,99% de las ginecólogas cuando tienen que dar a luz elige métodos medicalizados».

SIN EPISIOTOMÍA

Regina Cárdenas, ginecóloga de la clínica madrileña La Milagrosa y artífice de convertir este centro en el primero de la Comunidad en el que se puede traer hijos al mundo de forma natural, alega, en cambio, que la mentalidad de muchos especialistas está cambiando y son cada día «más los que me llaman interesados en saber cómo son los alumbramientos no medicalizados».

Cerca de seis meses después de que la doctora Cárdenas inaugurara sus dos '' salas de partos naturales '' declara, que «está siendo muy satisfactoria. Asistimos una media de 20 al mes. No hemos tenido ninguna complicación y nuestra tasa de cesáreas, cuando ha sido imposible practicar el alumbramiento espontáneo es de tan sólo el 7%. Tampoco hemos tenido que practicar episiotomías».

No obstante, esta especialista recuerda que «no es lo mismo el parto no medicalizado en casa que en un hospital, dado que la mujer está atendida por matronas, ginecólogos y también por pediatras. Muchas madres que alumbran en sus domicilios quieren hacerlo en el agua. En el centro también tenemos bañeras pero su uso es únicamente para el periodo de dilatación, ya que permite hacerlo de forma más rápida y menos dolorosa. Tenemos un monitor fetal acuático lo que implica que el proceso, aunque natural, también está bajo control».

Parir en el agua es una de las opciones por la que se declinan muchas parturientas, pero para el doctor Haya «se trata de un sistema cuya utilidad aún no se ha demostrado científicamente. Además, durante el parto son muchas las secreciones (entre ellas orina y heces) que se producen y que pueden contaminar el agua. El contacto directo con el canal del parto, durante y tras el alumbramiento, de este líquido potencialmente infectado puede elevar el riesgo de infecciones en la madre».



Hidroterapia para relajarse y dilatar antes

Que nadie se llame a engaños. La propuesta de la consejería de Sanidad de Galicia de introducir bañeras en los hospitales públicos no es para que las mujeres den a luz en el agua, sino para ayudarlas en el proceso de dilatación. «Este proyecto forma parte del Plan de Atención Integral de la Mujer que se presentó el pasado mes de mayo. La posibilidad de parto natural con este apoyo se va a poner en marcha en cuatro hospitales que harán de centros piloto. Según resulte la experiencia se irá ampliando a otros servicios», destaca Loli Martínez Romero, matrona y miembro de la consejería. Esta especialista destaca que «la atención al parto en Galicia está muy medicalizada y tenemos una alta tasa de cesáreas, un 27%, una cifra que está muy por encima de las recomendaciones de la OMS», apunta Loli Martínez. En la elaboración del plan han participado asociaciones de mujeres, ginecólogos y matronas. «La atención de forma natural al parto normal consiste en la menor intervención obstétrica posible de manera que sólo se actúa cuando es estrictamente necesario. La actitud del personal debe ser expectante. Observando y evaluando continuamente la evolución del alumbramiento, proporcionando soporte psicoafectivo a la mujer y a su pareja, informándoles en todo momento de la evolución del alumbramiento, de las opciones, y promoviendo la participación y la toma de decisiones de la mujer y de su pareja en todo momento», reza el plan.


Gracias PATRICIA MATEY

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