La fase de retirada del pañal supone para el niño un nuevo reto al que debe enfrentarse sin armas, ni seguridad, por ello es imprescindible que los padres sepan llevar la situación para no provocar en el niño miedos o resistencias.
En primer lugar deberás asegurarte que ya es el momento en el que tu hijo quiere dejar de usar el pañal, nunca fuerces la situación porque tú decidas que ya es el momento. Cada niño está en su fase de desarrollo y a unos les cuesta más que a otros, dá tiempo a tu hijo para que alcance esta madurez.
Por tu parte deberás estar atenta a ciertas señales que nos pueden dar pistas sobre si ha llegado el momento. Estas pistas suelen pasar desapercibidas para algunos y son importantes ,como por ejemplo si el niño quiere subirse al inodoro y sentarse como los mayores, también observa si le gusta tirar de la cadena o si quiere ponerse ropa interior de mayores como su hermano.
Algo importante es vigilar la respuesta urinaria, comprueba si existen periodos largos en los que el pañal está seco o si después de la noche o de la siesta se mantiene seco, esto nos indica que está llegando el momento y que el niño controla un poco más su esfínter.
Por otro lado mira cual es su respuesta cuando tiene el pañal mojado o sucio, mira a ver si le molesta, se tira de él, se lo quiere quitar, esto es indicio de madure y de que ya se dá cuenta de que ha orinado, cosa que siendo más pequeño no identifica.
En su comunicación no verbal podemos encontrar también algunas pistas observa si tiene movimientos ansioso antes de hacerse pis o si se para y se queda quieto justo antes de hacerlo, esto nos indica que se está dando cuenta de que está orinando y por lo tanto se podrá controlar si le damos instrucciones.
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Como todo en el niño, la retirada definitiva del pañal necesitará un proceso de aprendizaje gradual con errores y éxitos para los cuales deberemos estar preparados.
Nuestra actitud deberá ser tranquila y comprensiva dando explicaciones al niño cada vez que consiga un objetivo o cada vez que cometa un error, nuestra meta será que no se sienta mal cada vez que se haga pis encima y demostrarle con naturalidad que le pasa a todos los niños y es normal. Intentaremos por todos los medios evitar las críticas, las bromas de adultos o otros hermanos ya que el niño se puede sentir culpable y bajar su autoestima.
A pesar de haber mojado el pantalón o la cama varias veces, nunca nos quejaremos de la ropa sucia o del trabajo que da porque creerá que es su culpa y no evolucionará, se sentirá presionado por el ambiente y esto será contraproducente.
A la hora de enseñarle a utilizar el baño o el orinal será muy útil usar un modelo, por ejemplo puede ser la mamá y un hermano.
El niño ve como lo utilizan los demás con naturalidad y se habituará a hacerlo él también.
También nos ayudarán las muñecas que hacen pis o caca o los cuentos que hablen sobre el tema, podemos inventarnos personajes y dibujarlos para que el niño los coloree siempre en situaciones en el baño.
Para conseguir que el niño se acostumbre al orinal en un principio y después al inodoro le pondremos sentado todos los días varias veces, aunque no haga nada, con el fin de que asocie el objeto a la función excretora.
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