lunes, 17 de marzo de 2008

Cómo prepararse para un parto múltiple

Prepararse para un parto múltiple es algo que puede imponer a cualquiera y, además, la preocupación de poder tener un parto pretérmino puede ser una carga adicional. La mejor forma de tranquilizarse es procurarse una red de apoyo a su alrededor: médicos experimentados, un personal sanitario preparado y atento y, a ser posible, una pareja que le apoye y familiares y amigos que le puedan echar una mano.

Para que esté más tranquila en el momento del parto, usted debería hablar con suficiente antelación con su ginecólogo sobre las opciones del parto vaginal o por cesárea. Existen varios factores que influyen sobre la seguridad de cada uno de estos enfoques. Aunque usted y su médico acuerden intentar el parto vaginal, es posible que surjan complicaciones durante el parto que hagan necesario practicar una cesárea.

Es posible que usted quiera tener a varios ayudantes en la sala de partos. Por ejemplo, las comadronas son cada vez más frecuentes. Hay enfermeras tituladas que se han especializado en ser comadronas y que trabajan codo con codo con el ginecólogo.

Otra opción, en algunos países, es contratar a una "doula" profesional. El término procede de la antigua Grecia, donde la "doula" era la principal asistente de las mujeres que eran cabeza de familia. En la actualidad, las "doulas" ofrecen apoyo y asesoramiento a las mujeres durante el parto y después de él, ayudándolas en el cuidado del bebé y en las tareas domésticas.

Partos especiales

Cuando empiece el parto, probablemente la conectarán a un monitor fetal para que el ginecólogo pueda controlar el estado y evolución de cada bebé. El intervalo entre los nacimientos consecutivos en los partos vaginales suele ser inferior a una hora. Y he aquí una buena noticia: puesto que los bebés que nacen en un parto múltiple tienden a ser más pequeños que los que nacen en un parto de un único bebé, es más fácil empujar para que salgan. ¡Y afortunadamente salen de uno en uno!

De todos modos, en un parto múltiple existe la posibilidad de que no sea viable el parto vaginal. Un útero lleno a rebosar puede provocar la compresión de la placenta o del cordón umbilical de alguno de los bebés durante el parto. La compresión prolongada puede suponer un grave riesgo para uno o varios bebés a medida que va avanzando el parto vaginal. En estos casos, es mucho más seguro optar por un parto rápido por cesárea.

La posición de los bebés también puede repercutir sobre la seguridad de un parto vaginal. Es habitual que el primer bebé venga de cabeza, mientras los demás entran en el canal del parto de nalgas (o con los pies primero), de forma transversal (de lado) o de cabeza. Habitualmente, si el primer bebé no viene de cabeza, se practica una cesárea. Y en la mayoría de partos de trillizos u orden superior también se opta por la cesárea.

Si el ginecólogo tiene que practicarle una cesárea, a usted le colocarán un catéter en la vejiga, le anestesiarán y le harán una incisión vertical u horizontal en el abdomen y el útero. Seguidamente el médico extraerá a los bebés, uno por uno, a través de la incisión. En este tipo de partos los bebés nacen con pocos minutos de diferencia. Si tiene un parto pretérmino, tanto a usted como a los bebés les controlarán atentamente con monitores para detectar posibles signos de sufrimiento fetal. Es posible que entonces tenga que tomar decisiones rápidas sobre el método y procedimientos a seguir, de modo que lo mejor es que reflexione sobre las posibles opciones antes de llegar al hospital. Muchos bebés nacidos prematuramente necesitan ser trasladados de inmediato a la UCIN para que puedan recibir la atención especial que necesitan. Generalmente se anima a los familiares a que los visiten, a menudo desde el primer día.
Una vez en casa

Los primeros días, semanas y meses suelen ser los más difíciles para los padres de gemelos, mientras todo el mundo se va habituando a la necesidad de alimentar frecuentemente a los bebés, la falta de sueño y la escasez de tiempo para uno mismo que supone el hecho de ser padre de gemelos. Pida toda la ayuda que pueda -a vecinos, familiares y amigos- para que le echen una mano con los pequeños y con las tareas domésticas. Tener gente a su alrededor dispuesta a ayudarle no sólo puede hacer que le resulte más llevadera la experiencia de amamantar o de dar el biberón a los bebés, sino que también le permitirá encontrar un tiempo precioso tanto para descansar y recuperarse del parto como para irse familiarizando con los bebés.

Desde | http://www.kidshealth.org

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