Se trata de un análisis que detecta una peligrosa bacteria
Su valor no supera los 25 pesos, pero ni su bajo costo ni su efectividad demostrada en otros países y respaldada por la Organización Mundial de la Salud parecen ser suficientes para lograr que a todas las embarazadas se les realice en el país el análisis de detección de una bacteria que, en el momento del parto, puede causar la discapacidad o muerte de sus hijos.
Cada año, en la Argentina nacen 1125 bebes infectados con el estreptococo del grupo B (EGB), que en la futura mamá puede o no producir síntomas. Se estima que anualmente unas 150.000 embarazadas (15 al 20%) son colonizadas por esta bacteria. Sin embargo, sólo una de cada cuatro de ellas tendrá síntomas clínicos (fiebre, parto prematuro, desgarramiento de las membranas antes de la 37° semana de gestación o durante más de 18 horas sin dar a luz) que les indiquen a los médicos en el momento del parto que algo anda mal.
Esto le ocurrió a la mamá de los gemelos Ignacio y Ramiro Salum hace ya cinco años y medio. Ella no tuvo ninguno de esos síntomas, pero de uno de sus bebes, Ramiro, hoy sólo le queda el recuerdo y su nombre escrito en una de las paredes de la habitación de Ignacio, en su casa de Villa del Parque.
"Ignacio estuvo tan mal como Ramiro, pero milagrosamente no sólo pudo sobrevivir a esta infección que es totalmente prevenible, sino que no tiene secuelas neurológicas ni físicas", recuerda Daniel Salum, padre de los gemelos y promotor de Prevenciónegb, un sitio en Internet ( www.prevencionegb.com ar ) que reúne a por lo menos cien familias que sufrieron el daño que es capaz de producir esta bacteria.
Los gemelos nacieron con 2,9 kilos cada uno y en tan buenas condiciones de salud que esa primera noche de vida la pasaron en la nursery de una clínica privada porteña. Sin embargo, a la mañana siguiente, los bebes empezaron a necesitar asistencia respiratoria común y luego por separado. Cuando todo parecía complicarse cada vez más, los médicos le mencionaron al matrimonio Salum la infección por EGB. A los 4 días, Ramiro sufrió un paro cardiorrespiratorio. "En ese momento conocimos el infierno, no podíamos creer lo que nos pasaba -agrega Daniel-. Ya teníamos dos hijos, y por otro lado estaba Ignacio, que trataba de resistir." A las 3 semanas, su recuperación sorprendió a todos e Ignacio empezó a despertar.
Poca efectividad
Casos como el de Ramiro llevaron a la OMS, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y a las autoridades españolas, entre muchos otros países, a evaluar la efectividad de los dos métodos de prevención de la transmisión del EGB de madre a hijo conocidos hasta el momento: por un lado, el hisopado vaginal/rectal realizado entre las semanas 33° y 35° del embarazo y, por el otro, la detección de síntomas clínicos en el parto, para iniciar en ambos casos y ante la presencia de la bacteria una terapia con antibióticos.
En nuestro país, las "Recomendaciones para prevención, diagnóstico y tratamiento de la infección neonatal precoz por EGB" difundidas en 2004 por el Ministerio de Salud promueven la detección de los factores de riesgo en el momento del parto, en lugar del hisopado (que cuesta alrededor de 25 pesos), debido a la falta de evidencia suficiente de su efectividad.
Sin embargo, las pruebas de su utilidad abundan desde 2002, año en que los CDC, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología, y la Academia Estadounidense de Pediatría universalizaron el uso del hisopado rectovaginal. Un estudio de los CDC sobre los resultados obtenidos a partir de la implementación de esta estrategia demostró que la incidencia de la infección había disminuido 33% entre 2003 y 2005 respecto de 2000-2001.
"La prevención de la infección neonatal por EGB es una estrategia de gran impacto en la salud pública y está incluida en las recomendaciones de la OPS. La capacidad de detectar a las madres portadoras en el momento del parto es probadamente mayor con las técnicas de laboratorio (tamizaje prenatal) que con los factores de riesgo clínico [síntomas]", confirmó a LA NACION el doctor José Luis Díaz Rossello, del Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano (CLAP), de la OPS.
Desde | http://www.lanacion.com.ar
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