Los bebés que nacen cuatro meses antes de la temporada de resfrío y gripe tienen un 30% más de posibilidades de desarrollar asma.
Todo bebé que nace alrededor de estas fechas está expuesto, pero se puede evitar que desarrollen el problema respiratorio crónico, según un estudio publicado en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
Es sabido por los médicos que los bebés que viven en países del hemisferio norte que nacen en otoño tienen mayor tendencia a sufrir de asma, pero es la primera vez que esto se estudia científicamente.
En el estudio se halló que los bebés tenían mayor riesgo de tener asma si habían sufrido de bronquiolitis, una infección causad por el virus respiratorio sincitial o VRS. No obstante, los bebés nacidos en otoño tenían más riesgo.
En cuanto al factor genético, la exposición de los bebés a los virus durante invierno activaría esos genes.
El siguiente paso es encontrar la manera de prevenir que ocurran estas infecciones, y por lo tanto, evitar el asma. La manera más efectiva sería una vacuna, pero por el momento no existe ninguna.
Desde | Reuters
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