miércoles, 5 de noviembre de 2008

Vacas que producen leche materna

Han modificado su secuencia genética para obtener lactoferina, una sustancia que
sólo se encuentra en la leche materna de los humanos, el mejor alimento posible
para el bebé a la hora de prevenir enfermedades y mejorar su supervivencia.


Un grupo de científicos chinos ha conseguido crear vacas capaces de producir lactoferina, una sustancia altamente beneficiosa para la salud de los recién nacidos y que sólo se encuentra en la leche materna de los humanos.

Tal avance, ha sido posible debido a que dichos científicos han modificado la secuencia genética de un grupo de vacas para obtener esta sustancia.

El objetivo no es otro que el de fabricar artificialmente un producto que cuenta con una amplia demanda desde que hace años se descubriera que los productos sustitutos de la leche materna no son tan beneficiosos como inicialmente se creía. De hecho, varios estudios realizados al respecto han demostrado que la leche materna es el mejor alimento posible para el bebé y un elemento crucial a la hora de prevenir enfermedades y mejorar la supervivencia de los recién nacidos.

La lactoferina es una proteína antioxidante que las mujeres embarazadas producen de forma natural y que traspasan al bebé durante el período de lactancia. Esta sustancia no se encuentra en el resto de productos sustitutos de la leche materna, razón que ha servido de apoyo a los defensores de dar el pecho durante los seis primeros meses de vida.

Además, la leche en polvo para lactantes que hoy en día se encuentra en los supermecandos no contiene lactoferina. Ante tal ausencia, un grupo de científicos chinos del laboratorio State Key de Agro-Biotecnología de Pekín, ha optado por fabricarla. Tras siete años de investigaciones, acaban de anunciar que están en disposición de producir este tipo de leche en cantidad suficiente para su comercialización.

Sin embargo, pese a haber encontrado la fórmula mágica para que las vacas produzcan leche con un alto contenido de lactoferina, el proyecto necesita un plazo de dos años de prueba para que el Ministerio de Salud de China verifique la conveniencia de dicha tecnología. Superado dicho plazo, China será el primer país del mundo en comercializar leche materna de vaca.

Aún así, no son los primeros en inventar estas vacas “mágicas”.
Los primeros en crear una vaca de estas características fueron los alemanes en el año 2002 basándose en un estudio realizado en 1994 por científicos finlandeses que demostraba que ratones genéticamente modificados eran capaces de producir leche con lactoferina.

Desde entonces, varios países han intentando incrementar la concentración de dicha proteína en la leche, pero los resultados no han sido del todo satisfactorios. Según recoge el estudio hecho público hace unos días, las vacas chinas -genéticamente modificadas- son las que producen mayor porcentaje de dicha sustancia en todo el mundo.

Li Ning, director del laboratorio, ha asegurado que gracias a este proyecto “podemos fabricar este tipo de leche a gran escala”, para dar cabida a la gran demanda existente. Y es que la industria de la leche para recién nacidos es un sector con grandes intereses económicos, en el que siempre se ha buscado impulsar el negocio de los sustitutos de la leche materna.

En este caso, la investigación ha sido financiada por el Gobierno de la República Popular China, que recientemente ha inyectado 3.2 billones de euros en la industria de los transgénicos, y por la empresa privada.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, siempre ha defendido la investigación y desarrollo de los productos transgénicos, ya que se muestra convencido de que incrementará los ingresos tanto de los agricultores como de los ganaderos.

El anuncio de tan sofisticado proyecto se produce justo unas semanas después del escándalo de la leche adulterada en este mismo país y que se cobró la vida de al menos 53 bebés el pasado mes de septiembre. Por esta misma razón, los consumidores chinos -especialmente las madres- se muestran reacios a la tecnología aplicada a los alimentos. Aunque las partidas de leche contaminada ya están controladas y han sido retiradas de la venta al público en los supermercados chinos, aún siguen detectándose dosis de melanina (sustancia tóxica con la que fueron adulterados algunos alimentos) en varios productos frescos como pasteles, yogures o batidos

Desde | Agrocope

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