Un número muy alto de mujeres sufren, tras el parto (especialmente los primeros tres meses), transtornos sexuales que dificultan sus relaciones. Entre estos transtornos se encuentran:
- Sequedad vaginal: debido a los cambios hormonales.
- Dolor en la penetración: por la cicatrización de las heridas provocadas con el parto.
- Dolor durante el orgasmo: debido a las contracciones internas.
- Debilidad vaginal: por la distensión de los músculos.
- Sangrado o irritación tras el coito: por los cambios en la mucosa debido a las hormonas de la lactancia.
A todo esto hay que unir el factor psicológico, fundamentalmente el relacionado con la reducción de intimidad con la llegada del nuevo miembro.
Lo importante es concienciarnos de que el sexo, desde hace muchos años, no es un tema tabú y ante cualquier transtorno de este tipo o duda que nos pueda surgir, lo correcto es acudir a nuestro ginecólogo y consultarlo.
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