miércoles, 21 de enero de 2009

La causa de que los niños digan mentiras podría ser el ejemplo de sus padres

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Este comportamiento en los pequeños pueden aparecer por varios aspectos: miedo, búsqueda de atención y afecto, evasión de castigos, presión de grupo, estrés, entre otros.

Aunque muchas veces los padres juzgan a sus hijos por este comportamiento, la causa puede estar en el mismo ejemplo que les dan los adultos. Y como ellos son los principales socializadores en la vida del menor, son el ‘reflejo’ de su formación moral.

“En este sentido, el ejemplo y lo que los niños observan entran a formar parte de los aprendizajes que hacen en esta esfera y, si el niño observa que sus padres utilizan la mentira como herramienta para salir de un problema, evadir alguna acción o responsabilidad o simplemente como un hábito, es muy probable que ellos lo hagan también”, explica la sicóloga infantil Paula Bernal.

Aunque los adultos creen que los niños no entienden algunas situaciones, ellos tienen gran habilidad y capacidad para explorar y entender cómo funciona lo que se encuentra a su alrededor; esto incluye el comportamiento de los demás.

“Muchas veces, cuando se dice una mentira, la persona manda mensajes encontrados o contradictorios a nivel verbal y no verbal; los niños pueden percibir estas inconsistencias y sentir inseguridad con respecto a la información”, agrega la experta.

Este tipo de actitudes llevará a que en la adultez el pequeño utilice constantemente las mentiras, sin importar las consecuencias que estas le traigan y cómo pueden afectarlo a los demás.

Es el momento de actuar
Puede resultar algo complicado tratar de cambiar una conducta inadecuada, cuando se es adulto; sin embargo, no es imposible cuando se trata de darle ejemplo a un niño.

Los pequeños están mucho más atentos a la manera como actúan sus padres que a lo que dicen. Por esto, es fundamental empezar por tener un cambio de actitud. De este modo, el menor irá reconociendo que sus padres son coherentes con sus actos.

“Los niños pueden darse cuenta de que no somos perfectos, pero esa no es una justificación real que pueda ayudarlos a entender que no es correcto decir mentiras”, dice Paula Bernal.

Es indispensable que tengan un entorno familiar donde no sigan una conducta negativa y donde puedan identificarse con personas que les den buen ejemplo.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

la verdad es que el texto tiene la razon,la causa podrian ser los padres pero eso tiene solucion! bss y saludos