Las pastas dentales (dentífricos), son auxiliares de la higiene bucal al igual que el cepillo, el rastrillo lingual, el hilo dental y los enjuagues bucales, entre otros.
Al hablar exclusivamente de las pastas, es importante saber que la mayoría de ellas contienen flúor, el cual se incluye para proteger los dientes haciéndolos más resistentes al ataque de la caries, esta protección se obtiene de forma local o sea al estar en contacto el flúor con el diente, por eso se debe cepillar los dientes por un tiempo apróximado de 2 minutos para que se de esta acción, después del cepillado es importante escupir la espuma generada por la pasta.
Es recomendable que sepas qué tipo de pasta usas (si tiene flúor o no) en caso de tener flúor saber la cantidad.
Es importante saber que la ingesta en exceso de flúor podrá traer reacciones secundarias, no solo en los dientes sino en los huesos, por lo que no se debe permitir que los niños se traguen la pasta dental o la espuma que se forma cuando cepillamos los dientes.
Los niños menores de 4 años deben usar pastas libres de flúor, porque la mayoría de ellos no sabe enjuagar su boca y por lo general se tragan lo que deberían escupir.
Si el niño tiene más de 4 años y/o ya puede enjuagarse, se recomienda el uso de pastas dentales infantiles con bajo contenido de fluor.
Después de los 6 o 7 años el niño se siente grande, por lo que quizás prefiera usar pastas de adulto, a esta edad por lo general se pueden usar sin problema alguno.
Pregunta a tu odontopediátra de los productos existentes en tu localidad, para que te indique cual de ellos son los ideales para el aseo de la boca de tu hijo.
Desde | Odontopediatrica
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