lunes, 9 de marzo de 2009

Calendario del embarazo: Semana 10

El desarrollo de tu bebé

En la semana 10, todos los órganos vitales del bebé se han formado y han comenzado a funcionar juntos. Tu bebé ya tiene el tamaño de una nuez con su cáscara.
A medida que ocurren cambios externos, como la separación de los dedos de los pies y de las manos, y la desaparición de la protuberancia de la columna, también ocurren los internos. Se forman las pequeñas protuberancias dentro de la boca que crecerán hasta formar los dientes, y en el caso de que el bebé sea un varón, sus testículos comenzarán a producir la hormona masculina llamada “testosterona”.
Es muy poco probable que las anomalías congénitas se produzcan después de la semana 10. Esta semana también marca el final del período embrionario. En general, el embrión tiene ahora un aspecto humano y la semana siguiente tu bebé será oficialmente un feto.

Tu cuerpo

Tu primera consulta prenatal, que por lo general ocurre en esta época, es un acontecimiento muy importante. En el consultorio médico, serás sometida a una serie de pruebas y controles, incluidos el control de tu peso y la presión arterial. También es posible que te hagan un examen abdominal externo, para verificar el tamaño y la posición del bebé, así como un análisis de orina.
Durante la primera consulta prenatal, tu médico te hará una revisación detallada que incluirá un examen interno y mamario. Tu médico también te hará muchas preguntas acerca de tu historia clínica y la de tu familia para determinar si tu bebé corre el riesgo de sufrir enfermedades genéticas. ¿El médico controlará algo más? ¡Los latidos del corazón de tu bebé! Mediante el uso de un estetoscopio Doppler, podrás escucharlos por primera vez.
Al terminar la primera consulta, el médico seguramente te ordene hacerte un análisis de sangre para saber si eres inmune a la varicela, el sarampión, las paperas y la rubéola, así como para determinar qué tipo de sangre y factor Rh tienes.
¿Te has fijado si tienes más saliva de la usual? Esto es algo muy común entre las embarazadas, sobre todo entre aquellas que tienen acidez o agruras o las que padecen náuseas muy severas y vómitos excesivos, que es una condición que se llama hiperemesis gravídica. Aunque no se sabe exactamente a qué se debe este exceso de saliva, se cree que quizá las embarazadas producen más, o que tragan menos saliva de lo habitual algo que suele suceder cuando el estómago anda un poco "revuelto", o puede ser por ambas cosas a la vez.

Desde | K.H

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