La salud ósea de la población infantil española está en la cola de Europa. Casi el 60% de los niños tiene déficit de vitamina D y apenas el 10% ingiere la dosis de calcio diaria necesaria para obtener unos huesos fuertes, sanos y resistentes en un futuro. La vida sedentaria, la mala alimentación y la falta de actividades al aire libre parecen ser las causas de que los huesos de los niños españoles sean de peor calidad que los de los europeos, según un informe de la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (Fhoemo).
En España, el número de personas con osteoporosis aumenta cada año. Hoy día, casi la mitad de los ancianos sufre esta enfermedad, caracterizada por la fragilidad ósea (huesos porosos) y la tendencia a las fracturas. "La osteoporosis es en realidad una enfermedad geriátrica que se inicia en la infancia", dice Manuel Díaz Curiel, presidente de Fhoemo. Por ello, asegura, la prevención se debe iniciar en este periodo crucial para el desarrollo de los huesos. En la infancia se desarrolla "más del 90% de la masa ósea que tendrá el adulto", abunda Luis Miguel del Río, director médico del centro Cetir (Barcelona),
Bastan pequeños cambios en el estilo de vida y la alimentación del niño para generar cambios rápidos y efectivos sobre la construcción y formación de los huesos, según Del Río. "Dichos cambios pueden prevenir y evitar enfermedades óseas que darán síntomas en edades más avanzadas". Así, se estima que el ejercicio físico regular durante la infancia aumenta un 20% la masa ósea y retarda la osteoporosis más de 10 años.
Aunque no se puede aventurar que en el futuro vaya a haber una epidemia de osteoporosis en España, la actual situación obliga, según Díaz Curiel, a adoptar medidas preventivas desde la infancia. "Mejorar la masa ósea debe ser un objetivo de salud pública", subraya.
En este sentido, la campaña Alimenta sus huesos, cuida su salud, promovida por Fhoemo, pretende concienciar a la población acerca de la importancia de una correcta formación de la masa ósea en la infancia para prevenir la osteoporosis. Y para ello, además, pide a la Administración que promocione los alimentos enriquecidos con vitamina D.
No es la primera vez que se da la señal de alerta sobre esta situación. En 2006, todas las sociedades médicas relacionadas con la osteoporosis redactaron una declaración en la que se señalaba que "la prevención de la osteoporosis empieza en etapas tempranas de la vida y continúa a lo largo de toda ella. Junto con una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio diario, la ingesta adecuada de calorías, el calcio y la vitamina D son esenciales para su prevención".
La buena noticia es que basta con mejorar los patrones dietéticos y el estilo de vida para revertir esta situación, según Del Río. De los factores que influyen en la formación del hueso, unos no pueden cambiarse, como la herencia genética; pero sobre otros sí se puede intervenir, como el consumo de vitamina D y calcio, el estilo de vida y el ejercicio físico.
Todos los datos indican que los niños españoles no tienen los elementos necesarios para una buena salud ósea en un momento crítico. Según Díaz Curiel, son además especialmente vulnerables las niñas, los intolerantes a la lactosa y quienes hacen dieta.
La solución a este problema es, sin embargo, "bien sencilla: prevenir en la infancia mediante campañas educativas", recalca Carmen Sánchez, de la Asociación Española contra la Osteoporosis. Y en esta prevención deben estar implicados los padres, profesores y pediatras. Para mejorar el consumo de vitamina D, más complejo que el de calcio, proponen desarrollar políticas de salud pública encaminadas a enriquecer los productos lácteos y una regulación adecuada. Porque, como ellos mismos reconocen, no todos los alimentos que dicen estar enriquecidos con vitamina D lo están.
Desde | El Pais
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