CESAREA PROGRAMADA
No todas las indicaciones de cesárea son absolutas, de modo que las que se mencionan a continuación son controvertidas, y a la hora de decidir intervienen algunos factores personales.
• Presentación pelviana: Cuando el bebé no se encuentra cabeza abajo, como sucede la mayoría de las veces (96%), sino que está “sentado” en el útero materno, puede resultar más seguro efectuar una cesárea que intentar un parto vaginal.
• Situación transversa: Es recomendable practicar una cesárea cuando el bebé se encuentra ubicado en posición horizontal sobre el abdomen materno, es decir con la cabeza hacia un lado y las piernitas hacia el otro, o en cualquier otra posición que no sea cabeza abajo.
• Trastornos de la salud materna: diabetes, infecciones, cardiopatías, hipertensión arterial.
• Prolapso del cordón umbilical (el cordón asoma por la vagina)
• Desprendimiento de la placenta y su consiguiente sangrado.
• Anomalías estructurales de la pelvis (traumatismos anteriores o pelvis anatómicamente anormal)
• Deseo materno: Cuando la madre prefiere una operación cesárea a un parto vaginal, es importante tener en cuenta su decisión.
CESAREA DE URGENCIA
Si bien algunas intervenciones pueden programarse de antemano, determinadas situaciones que se presentan una vez iniciado el trabajo de parto pueden requerir una operación cesárea. Entre ellas:
• Desproporción entre el tamaño del bebé y el de la pelvis materna: si su tamaño supera el de la pelvis materna, el bebé no podrá atravesar el canal de parto.
• Cuando se sospecha que la salud fetal se encuentra comprometida.
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