En los últimos 15 años, el consumo de metanfetamina se transformó en la causa más frecuente de búsqueda de consejería especializada entre las embarazadas, demostró un nuevo estudio efectuado en Estados Unidos.
En 1994, el 8 por ciento de las embarazadas que ingresaba a un programa de tratamiento de las adicciones consumía metanfetamina. En el 2006, la cifra pasó al 24 por ciento.
"La metanfetamina se transformó en la primera causa de tratamiento compulsivo por adicciones durante el embarazo", informó en la revista Obstetrics & Gynecology el equipo de la doctora Mishka Terplan.
Los resultados, afirmó el equipo, señalan la necesidad de un control más efectivo del consumo de drogas en la atención prenatal.
Muchas participantes llegaron al tratamiento a través del sistema penal, lo que eleva la probabilidad de que el control del consumo de drogas y alcohol se realice en el sistema judicial en lugar de la atención prenatal.
Los resultados surgen de la base de datos gubernamental de ingresos a los centros para el tratamiento de las adicciones financiados por el Estado y que concentran a más del 80 por ciento de esos ingresos anuales en Estados Unidos.
El equipo observó que en 1994, la metanfetamina era uno de los motivos más frecuentes por los que las embarazadas ingresaban a esos centros de rehabilitación; representaba menos de 1.500 ingresos detrás de la cocaína, el alcohol y los opiáceos.
Pero para el 2006, la metanfetamina era la causa principal de admisiones de embarazadas (más de 5.300).
En 1994, tres cuartos de las embarazadas tratadas por consumo de metanfetamina eran blancas y casi todas vivían en estados occidentales de Estados Unidos. Para el 2006, el problema se había diseminado hacia el sur y el oeste medio, además de haber aumentado entre las hispanas.
Cada año, en Estados Unidos nacen 4 millones de niños, por lo que son pocas las embarazadas que buscan tratamiento por consumo de metanfetamina.
"Aun así, esos patrones generan preocupaciones por el futuro de la mujer y el desarrollo psicosocial de los hijos", agregaron los autores.
Poco se sabe sobre los efectos de la metanfetamina sobre el embarazo y el desarrollo fetal.
La literatura sugiere que la droga eleva el riesgo de que un bebé nazca con bajo peso y un estudio sobre niños pequeños acaba de demostrar que la exposición prenatal a la metanfetamina altera el desarrollo estructural del cerebro.
Desde | Yahoo Salud
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