Fue el momento más espantoso en la vida de Charlene Stevenson como madre.
El pasado mes de marzo, su hijo de dos años y su hija de cuatro jugaban en la habitación mientras Stevenson se vestía en el baño.
Stevenson escuchó un estrépito. Al salir vio que su hija tenía encima una televisión de 60 libras y un tocador. Su hijo, Michael, que yacía al lado, lloraba pero no se podía mover. Además, salía sangre de su oído.
Su hija sólo sufrió lesiones menores. Pero la televisión que fue a parar a la cabeza de su hijo, le fracturó el cráneo en dos lugares. La lesión dañó su audición y le afectó el nervio que controla la expresión facial de su lado izquierdo.
"Yo estaba a 25 pies de los niños y todo sucedió muy rápido", dijo Stevenson, madre de cinco hijos de 8 meses a 16 años de edad, en Plain City, Ohio. "Cuando miré a mi tocador, jamás me imaginé que pudiera caer".
Entre 1990 y 2007, se calcula que en las salas de emergencia de los hospitales se trataron a unos 264,200 niños estadounidenses por lesiones relacionadas con la caída de muebles, y cada año se tratan unos 15,000, según un estudio que aparece en la edición en línea de Clinical Pediatrics.
Alrededor de 300 niños murieron a causa de estas lesiones.
Y desde principios de los años 90, el número de niños lesionados por la caída de televisores, estantes y tocadores ha aumentado un 41 por ciento, de acuerdo con el análisis de datos del estudio recopilado por la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de los Estados Unidos.
Los investigadores apuntaron que no están seguros qué ha conducido al incremento. Entre las posibilidades se encuentran cambios en los muebles o en el diseño de los televisores, o a que hay más muebles en las casas, o el cambio estadístico quizá se deba a que los padres llevan a sus hijos al hospital con más facilidad que en otros años.
"Lo que sí sabemos es que hay una tendencia a la que debemos prestar atención", señaló el Dr. Gary A. Smith, director del Centro para la investigación y política sobre lesiones del Hospital Nacional Infantil de Columbus, Ohio, y autor principal del estudio. "Cuarenta niños al día son llevados a emergencias debido a que un mueble pesado ha caído sobre ellos".
Alrededor del 75 por ciento de las lesiones registradas en el estudio tuvieron lugar en niños de seis años o menores. Los niños estaban en mayor riesgo que las niñas, ya que representaban el 56 por ciento de los lesionados. El tipo más común de lesión ocurría en la cabeza y el cuello.
La causa más común era la caída de un aparato de televisión, causa de cerca de la mitad de las lesiones.
Smith señaló que parece que los padres no están prestando atención o no le están haciendo caso a las advertencias sobre la seguridad de los productos.
"Esta tendencia demuestra la inadecuación de las estrategias actuales de prevención y subraya la necesidad de mayores esfuerzos de prevención", advirtió.
Para reducir los riesgos, los padres deben colocar el televisor sobre una mesa que esté lo más cerca posible del suelo. Los aparatos de televisión y los muebles deben fijarse a la pared con correas de seguridad, abrazaderas L o incluso con Velcro que se pueden adquirir en tiendas de mejoras para el hogar. Si no está seguro cómo hacerlo, Smith aconsejó pedirle ayuda al vendedor.
Se deben comprar muebles con patas anchas o de base sólida, instalar retenes de gavetas para evitar que éstas impacten en el pecho cuando se extraigan, y colocar los objetos pesados en los estantes cerca del suelo para evitar que vuelquen.
Además, no se deben colocar objetos que llamen la atención de los niños, como juguetes o controles remotos, encima de los muebles o el televisor, ya que los niños pequeños intentarán subir por el mueble para alcanzarlos.
La solución a largo plazo, apuntó Smith, es aprobar una ley que obligue a los fabricantes de televisores y muebles a incluir fijadores de seguridad al momento de la venta.
Desde el accidente de su hijo, Charlene Stevenson ha tomado estas precauciones en casa. Michael tiene ahora 3 años, y aún sufre la pérdida permanente del diez por ciento de la audición de su oído izquierdo, pero por lo demás se ha recuperado.
"Si pudiera ayudar a evitar de algún modo que un televisor cayera encima de un niño, se lo diría a todo aquel que me prestara atención", dijo Stevenson. "Tuvimos mucha suerte, y lo sabemos. Este accidente pudo haber acabado con la vida de mi hijo".
Desde | Medline Plus
3 comentarios:
Yo tengo el TV muy cerca del piso pero también con esta opción se corren riesgos. El TV también se desliza por la mesa y aún estando más cerca del piso es peligroso, al caer puede explotar y vuelan vidrios. Además desde los electrodomésticos hasta los muebles ninguno viene preparado de fabrica como para sujetarlos a paredes. Lo único que me quedó por hacer a mi fue guardar adornos, portarretratos, lámparas, plantas y centros de mesa, en mi departamente prima la decoración menos que minimalista. Sólo cuelgan unas cortinas, unos tapices en las paredes y hay un para de sillones y mesa con sus sillas, la compu y la TV. Apesar de este gran sacrificio de no poder tener decorada mi casa como quisiera Germán siempre se las ingenia parasubirse a algo o meter mano en los electrodomésticos.
A mí también me preocupa mucho este tema. Por ejemplo nosotros vivimos en un departamento y las ventanas de la sala están "muy abajo". Un día mi hijo mayor se las ingenio para treparse y medio cuerpo lo saco por la ventana. Fué en un segundo que voltee hacia otro lado por que yo estaba cerca de él. Casi se me sale el corazón, por suerte no pasó nada.Y al igual que Nancy, aunque no pueda tener mi casa decorada como yo quisiera o con los muebles que quisiera, prefiero eso a que les pase algo a mis hijos.
Si, son cosas que no se pueden obivar.
Yo tambien vi un par de muebles encantadores... pero no aptos para niños...
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