Cuando hay un bebé en la familia, debemos planear de antemano dónde iremos. Ya no es posible salir a la deriva y con un destino incierto. Ahora somos tres!!! (cuando no cuatro... o cinco!!!)
¿Pero qué será mejor? ¿Playa o sierra? ¿Le hará mal al bebé viajar en avión? ¿Y un viaje en auto de tantas horas? En fin, surgen un montón de dudas a la hora de estrenar estas primeras vacaciones.
Como primera medida debemos tener en cuenta que los niños menores de un año no pueden estar expuestos al sol, deben estar a la sombra y aún así, debemos protejerlos del reflejo solar colocándoles un protector con factor de protección solar superior a los 50, es decir pantalla total
En las vacaciones solemos despojarnos de la rigurosidad de los horarios, y no nos gusta estar atados al reloj, es decir queremos hacer lo que durante el año no podemos. Pero a los niños pequeños estas modificaciones le cuestan mucho, por lo que es aconsejable tratar de mantener las rutinas del niño. Si conservamos la misma hora de sus comidas, de sus siestas, del baño, lo ayudará a adaptarse mejor al nuevo lugar y a no extrañar su casa.
Preparando las valijas
Al preparar las valijas pueden pasar dos cosas: o nos llevamos el placard completo "por las dudas" o por no querer llevar tantas cosas al segundo día nos quedamos sin ropa limpia.
Cuando se viaja con un bebé, la premisa es llevar lo que necesitaremos. Es fundamental averiguar cómo es la temperatura del lugar de destino, si hace calor todo el día o si refresca por la noche, y también si es muy húmedo (porque la ropa no se secará en el tiempo que pensamos).
Si el lugar de destino tiene temperaturas cálidas, durante el día los niños están desnuditos o con poca ropa, por lo que no hace falta llevar todo el guardarropa, pero sí una cantidad importante de batitas o remeritas, ya que es lo que más se ensucia. También es importante llevar algún abrigo - aún en los destinos de playa refresca después del atardecer- o bien alguna campera finita para la lluvia. Además conviene elegir dos o tres conjuntos, y eso nos facilitará las cosas.
No olvides llevar objetos del bebé que él reconozca; puede ser algún muñeco con que él juegue habitualmente, o alguna sabanita, o un sonajero, "su" vaso, etc. Es decir, objetos que le sean familiares. Esto lo ayudará a no extrañar su casa y sus cosas.
Botiquín de viaje
En el botiquín no pueden faltar los siguientes elementos:
* Termómetro para controlar la temperatura corporal.
* Antitérmicos: llevar el antitérmico habitual que usa el niño.
* Antialérgicos y antipruriginosos: es común que los niños sean blanco de los mosquitos,y esto muchas veces puede provocar reacciones alérgicas locales y picazón.
* Generalmente se utilizan los antialérgicos derivados de la carbinoxamina, pero de todas formas, antes de partir consulte con el pediatra cuál es el más indicado para el niño.
* Gasas y adhesivos tipo curitas
* Gotas óticas analgésicas y removedor de cera de oídos.
Desde | Planeta Mama
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