Un simple análisis de sangre permitirá diagnosticar a las siete semanas de embarazo malformaciones genéticas en el feto, evitando así tener que someterse a una amniocentesis. Esta prueba estará lista a finales de año y se aplicará en el hospital Clínico de Valencia, donde ayer se inauguraron los nuevos laboratorios. Una muestra de sangre bastará para conocer el genoma del feto y determinar si sufre algunas enfermedades genéticas como es el síndrome de down, además del sexo, según explicó el profesor Federico Pallardo.
Ocho semanas antes
Entre las ventajas de esta nueva técnica de diagnóstico no invasiva destaca la rapidez en la obtención de los resultados, además de poder realizarla a partir de la séptima semana de gestación, frente a la amniocentesis que se suele practicar entre la semana 15 y la 20. Pero lo más importante es que evita el riesgo de aborto espontáneo asociado a la amniocentesis, que consiste en extraer una muestra del líquido amniótico a través de la pared abdominal.
Estos análisis de sangre se están aplicando ya de forma experimental en Estados Unidos y además de en Valencia podrían llevarse a cabo en Barcelona, donde varios laboratorios también están estudiando su desarrollo.
Hasta ahora la amniocentesis es la prueba prenatal más común utilizada para diagnosticar defectos congénitos cromosómicos y genéticos, aunque debido a sus riesgos no se hace de forma rutinaria y sólo se lleva a cabo sólo en las embarazadas con riesgos por tener antecedentes de malformaciones, a madres mayores de 35 años o si se hubieran detectado anomalías en los análisis y pruebas previas.
Riesgo de aborto
Asimismo, no se hacen en ningún caso antes de la semana 11 de embarazo, ya que el riesgo de aborto es aún mayor. A pesar de todo, cada año se someten a esta prueba unas cien mil gestantes en toda España, lo que supone que aproximadamente un diez por ciento de las embarazadas se someten a esta prueba diagnóstica. Los expertos destacan que el porcentaje de aborto ronda el uno por ciento, a lo que debe unirse la posibilidad de punción fetal, de cordón, rotura de bolsa amniótica, infección, parto pretérmino y hemorragia materna, ya que se trata de una técnica invasiva que consiste en introducir una aguja, es decir un elemento extraño, en la matriz por lo que puede arrastrar microbios o provocar una hemorragia.
El Hospital Clínico podrá aplicar esta prueba en los nuevos laboratorios de la Unidad Central de Investigación de Medicina para el centro sanitario, la Facultad de Medicina y la Universidad de Valencia que ocupan una superficie superior a 1.700 metros cuadrados. La inversión económica ha sido de seis millones de euros, gracias a los cuales los profesionales contarán con tecnología puntera para dar soporte a los proyectos de investigación.
Desde | ABC
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