lunes, 21 de septiembre de 2009

Bruxismo: cuando rechinan los dientes

Por las mañanas se despierta con dolor de mandíbula, e incluso a veces tiene la sensación de que se le mueven los dientes.
Tu hijo descarga la tensión del día de manera inconsciente haciendo presión con los dientes y produce un rechinamiento involuntario que se conoce con el nombre de bruxismo. ¿Qué puedes hacer para que deje de hacerlo? Las técnicas de relajación pueden ayudarte.

El bruxismo es un rechinamiento de dientes involuntario, en la mayoría de las veces resultado de un estado de tensión emotiva. Afecta a niños y a adultos, generalmente durante las horas de sueño y de forma inconsciente, aunque también se dan casos en que tiene lugar en horas de vigilia.

Los dientes rechinan debido a la tensión acumulada en la zona de la mandíbula que hace que éstos se aprieten con fuerza. Al cabo de un tiempo, debido a esta presión continua, se produce una sensación de dolor en la mandíbula y zonas musculares de alrededor.

El bruxismo suele tener un origen psicológico pero en ocasiones está originado por algún tipo de alteración física.

Causas psicológicas:

Todos aquellos trastornos o alteraciones que pueden desencadenar tensión emocional o estrés. Se incluyen aquí casos de hiperactividad, un niño que de día no para de hacer cosas y moverse y que, de noche, continúa de alguna forma su actividad apretando y rechinando los dientes.

Causas físicas:


- Cefaleas (dolores de cabeza)
- Dolor de oídos
- Aparición de nuevos dientes o caída de los dientes de leche
- Mala posición de los dientes
- Restauraciones, empastes y puentes fijos que no se han elaborado de forma idónea y que interfieren en la forma de cerrar la mandíbula

En principio, si la tensión acumulada alrededor de la mandíbula no es intensa, no debemos hacer nada. Se trata de un tipo de conducta relacionada con el dormir sin excesiva trascendencia. Posiblemente, esa tensión y rechinamiento de dientes desaparecerá con el tiempo.

Sólo debemos actuar en el caso de que los dolores sean molestos y persistan o en el de que los dientes empiecen a dañarse. A largo plazo el bruxismo puede ocasionar un desgaste de los dientes, y en casos extremos, la rotura de los mismos. Si además el niño lleva aparatos correctivos, éstos pueden llegar a desencajarse y anularía su función. En estos casos, lo mejor es acudir a un especialista (pediatra u odontólogo) para que determine qué puede hacerse.

En la mayoría de los casos no hay ninguna causa que se pueda conocer y se actúa colocando una placa de descarga que evita el desgaste de los dientes y la mala posición de la mandíbula.

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