miércoles, 23 de septiembre de 2009

Nuevo y economico tratamiento para la malaria

Con un coste de 20 céntimos de euro, esta terapia evitaría seis millones de muertes infantiles en África...

En el mundo muere un niño cada 30 segundos a causa de la malaria. Un tratamiento farmacológico intermitente, que se administra en tres tandas desde los dos meses de vida hasta los nueve, podría evitar la muerte de cerca de seis millones de bebés africanos por esta causa. Seis ensayos clínicos presentados por el Hospital Clínic de Barcelona demuestran ahora que esta terapia, basada en la administración de un conocido fármaco antimalaria -sulfadoxina-pirimetamina (SP)-, reduce en un 30% los episodios de la enfermedad en niños de menos de un año.

Esta investigación resulta "de vital importancia porque es una forma directa, barata y efectiva de frenar la enfermedad", indicó el científico Pedro Alonso, director del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB) y uno de los coordinadores del estudio. El investigador destacó el bajo coste del procedimiento -unos 20 céntimos de euro- y la facilidad con que se aplica. "Se administra durante las tres visitas previstas por el sistema de sanitario africano para la vacunación reglamentaria (polio, tétanos, difteria, hepatitis B y sarampión)", precisó la investigadora del CRESIB Clara Méndez, primera firmante del estudio.

El tratamiento, que se administra a los dos, cuatro y nueve meses de edad, proporciona un alto grado de protección contra la enfermedad pero no impide que el bebé desarrolle su inmunidad natural, indicó Méndez.

Este estudio, basado en los ensayos realizados en cuatro países africanos entre los años 1999 y 2008 con 8.000 niños africanos, demuestra que el tratamiento no sólo es efectivo para prevenir la malaria, sino que también disminuye los ingresos hospitalarios en un 22% y la anemia en un 21%. Todo ello supone un importante ahorro para el sistema de salud, destacó la investigadora.

El mismo ensayo descarta utilizar este fármaco de forma continuada durante un año porque interferiría con las vacunas que ya reciben y podría darse un "efecto rebote" una vez concluida la administración, lo que haría que el niño tuviera más posibilidades de padecer la enfermedad y de forma más severa, afirmó el otro coordinador de la investigación, el doctor John Aponte.

Desde | Consumer

No hay comentarios: