lunes, 22 de marzo de 2010

Argentina: padres y madres adolescentes, a clase

La iniciativa ya lleva diez años. Comenzó con 265 alumnos y hoy son más de 2.200 los que están en esa situación. Permite estudiar a embarazadas, y a los padres, asistir con sus hijos.
Las aulas de los colegios secundarios ya no son exclusivas para los adolescentes. En muchas de ellas comparten espacio cochecitos con bebés o niños que garabatean mientras sus madres estudian, y entre los alumnos hay algún padre precoz o una alumna embarazada. Es que la mayoría de los embarazos adolescentes se producen entre los 15 y 19 años, cuando todavía están en su etapa de aprendizaje escolar.

Si bien en la Ciudad de Buenos Aires la zona sur es la que concentra la mayor cantidad de casos, el tema es una realidad que afecta a todos los sectores. Desde hace diez años, la Dirección General de Inclusión Escolar del Ministerio de Educación de la Ciudad trabaja con el programa “Retención escolar de alumnas embarazadas, madres y alumnos padres en escuelas medias y técnicas de la Ciudad”, que comenzó con veinte escuelas y hoy ya son 125 que reciben a 2.221 alumnos en esta situación.

Para evitar que los chicos abandonen el colegio trabajan con referentes institucionales, profesores o preceptores que, junto a su función docente, los acompañan para reflexionar.

“Me siento muy contenida por los profesores y mis compañeros, me gusta ir a las reuniones grupales con los referentes y otros chicos en mi misma situación porque podés hablar de cosas que con otras personas no te animás”, cuenta Marcela (17), a quien su hijo de un año y ocho meses acompañó a clases durante todo el año pasado..

La promoción y el fortalecimiento del derecho a la educación son las premisas fundantes de este programa, que cuenta con un régimen especial de inasistencias, la posibilidad de realizar trabajos prácticos en sus casas, ingresar una hora más tarde o retirarse una hora antes para amamantar a sus hijos y, cuando las escuelas no cuentan con jardines, poder asistir con ellos a clases. Esta situación, además, está contemplada por la Ley 709 de la Ciudad, de 2001, que determina un Régimen Especial de Inasistencias Justificadas tanto de colegios públicos como privados. “Algunas veces tuve que faltar para ir al médico pero me justificaban las faltas y por eso pude terminar el año”, cuenta Natalia, de 16, que cursó primer año al tiempo que veía crecer su panza.

En 2009 Mónica (19) terminó de cursar quinto año junto a su beba de un mes, que la observó estudiar desde su cochecito. “Primero vine al colegio con la panza y durante noviembre ya lo hice con ella; me quedaba un par de horas y la tenía conmigo en el aula.”

A partir de este año el programa de retención busca articular esta propuesta con la escolarización de los hijos en jardines maternales o salas de extensión. “Apuntamos a que no haya deserción en el nivel medio, por eso es interesante poder garantizarles un lugar de escolaridad para sus hijos y así ellos pueden terminar la escuela”, asegura Susana Troitiño, directora de Inclusión Escolar. El Programa de Primera Infancia tiene ocho establecimientos en donde reciben a niños de 45 días a 5 años, hijos de madres y padres adolescentes escolarizados

Con 20 años, Ignacio es papá desde hace un año y tres meses y, si bien confiesa que para él es más fácil cumplir con los horarios, el tener que trabajar para mantener a su hijo implicó una adaptación. “Trato de leer algo antes de venir o estudiar acá, pero más que nada presto mucha atención en clase, porque en mi casa se me hace difícil estudiar.”

Para Macarena Lucero Schmidh, directora general de Inclusión Escolar, “la evaluación del programa es positiva, estamos con una retención del 78%, que se incrementa cada año”.

“En los últimos cinco años no se produjeron modificaciones significativas en el aumento del embarazo adolescente, pero sí en la problemática que lo rodea, como violencia intrafamiliar, falta de contención familiar, insalubridad de vivienda y laboral. El Programa de Atención a la Madre Adolescente y su Hijo, de la Maternidad Sardá, trabaja en conjunto con el Programa de Retención Escolar. Es una muy buena opción para que mantengan el vínculo con su comunidad de amigos y docentes, realicen todos los controles pre natales durante el embarazo y se sientan contenidos”, explicó la Dra. Liliana Malisani, integrante del equipo de ProAMA de la Maternidad Sardá.

Desde | Diario Perfil

La nota fue extraida del link anterior. Si tienes dudas o sugerencias sobre derecho de autor favor de remitirse a la liga mencionada con anterioridad.

3 comentarios:

PAOLA OCAMPO dijo...

Me encanto la nota..!!! hasta me emociono..diria..!!!
Se piden que no aborten que no los abandonen... y no se les daba herramientas para contenerlos un poquito...esta muy buena la nota!!!

Viviana dijo...

opino igual que vos, pao...

Anónimo dijo...

Me parece bien que les den las herramientas a aquellas adolescentes que quedaron embarazadas para que puedan continuar con sus estudios y puedan tener un futuro.