Un nuevo estudio confirmó que las mujeres con incontinencia en el embarazo son más propensas que el resto a seguir padeciéndola después del parto. La buena noticia, según los autores, es que existen formas de reducir ese riesgo.
En un estudio sobre más de 1.100 madres primerizas, un equipo en España halló que el 39 por ciento había sufrido incontinencia urinaria, o pérdida de orina, en algún momento del embarazo. Otro 10 por ciento había sufrido incontinencia anal (pérdida no controlada de heces o gases).
Esas mujeres eran más propensas que aquellas sin incontinencia en el embarazo a tener síntomas a las siete semanas del parto. El 16 por ciento tenía incontinencia urinaria y el 7 por ciento, incontinencia anal.
El riesgo de seguir sufriendo el problema después del parto fue tres y seis veces mayor, respectivamente, que en el grupo de mujeres continentes durante el embarazo.
El estudio, publicado en Obstetrics & Gynecology, confirmó también que el parto vaginal tiene más riesgos que la cesárea. Las mujeres que habían tenido un parto vaginal eran tres veces más propensas que las que habían tenido un parto por cesárea a desarrollar incontinencia urinaria o anal postparto.
De las 692 mujeres con parto vaginal que respondieron un cuestionario a las siete semanas del parto, 139 tenían síntomas de incontinencia urinaria y 57, de incontinencia anal.
Los resultados confirmaron que el parto vaginal y la incontinencia durante el embarazo son factores de riesgo de este problema en la etapa postparto, indicó a Reuters Health Maite Solans-Domenech, de la Agencia Catalana de Evaluación e Investigación de Tecnologías Médicas, en Barcelona.
Pero el estudio destacó también formas posibles de reducir ese riesgo, según la autora.
Por ejemplo, trabajos previos habían asociado el aumento excesivo de peso con un mayor riesgo de desarrollar incontinencia durante el embarazo, mientras que en el nuevo estudio estuvo asociado sólo con la incontinencia anal.
De modo que engordar la cantidad recomendada para el embarazo ayudaría a prevenir la incontinencia durante y después del embarazo.
Además, quienes hacen ejercicios para reforzar los músculos del piso pelviano (ejercicios de Kernel) tienen menos riesgo de desarrollar incontinencia en el embarazo, apuntó.
En cuanto al tipo de parto, la autora agregó que la cesárea no puede considerarse una estrategia para prevenir la incontinencia.
De todos modos, dijo que cuando una mujer ya tiene factores de riesgo de incontinencia postparto, como ser mayor de 35 o tener antecedentes familiares, los médicos deberían evitar el uso de fórceps u otros instrumentos durante el parto vaginal, o la realización de una episiotomía, que es una incisión para agrandar la abertura vaginal durante el parto.
Desde | Medline
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