Los niños que viajan por el mundo son susceptibles a una gran cantidad de infecciones y lesiones. Aun así, concurrirían menos que los adultos a la consulta previa al viaje.
En un estudio realizado a más de 34.000 viajeros internacionales que realizaron consultas médicas por enfermedades asociadas con los viajes, los autores hallaron que los niños tendían a sufrir diarreas, lesiones en la piel (mordeduras de animales o urticarias parasitarias), fiebre e infecciones respiratorias.
Varios de esos problemas eran más comunes en los viajeros infantiles que en los adultos y los niños eran también más propensos a ser hospitalizados.
Pero eran menos propensos que los adultos a haber recibido indicaciones médicas antes del viaje. El 59 por ciento de los adultos había realizado una consulta médica previa, a diferencia del 49 por ciento de los niños.
Los resultados, publicados en Pediatrics, destacan la importancia de llevar a los hijos al médico antes de realizar un viaje internacional.
Los padres deberían conversar con el pediatra entre 4 y 6 semanas previas al viaje, opinó el doctor Stefan Hagmann, de Bronx-Lebanon Hospital Center, en esta ciudad.
Eso alcanza para aplicar las vacunas necesarias, indicó el investigador a Reuters Health.
Además de las vacunas, los niños pueden necesitar medicamentos, como los que se usan para prevenir la malaria.
Los padres también pueden obtener información sobre cómo tratar problemas como las diarreas y las infecciones respiratorias y cómo reconocer los síntomas infantiles graves.
Los viajes a zonas tropicales son los más riesgosos, pero Hagmann señaló que los problemas como las diarreas y las infecciones respiratorias pueden atacar en todos lados. De modo que es mejor que los padres hablen con los pediatras sin importar el destino del viaje.
El estudio incluyó a pacientes que consultaron entre 1997 y el 2007 en un centro de la red de clínicas de medicina del viajero en 19 países. Esas clínicas integran una red de vigilancia de enfermedades y lesiones asociadas con los viajes.
La población de pacientes incluyó a 1.591 niños y adolescentes, además de a 32.668 adultos. La mayoría consultó al volver de Asia, Africa Subsahariana o América Latina.
El 28 por ciento de los niños tenía diarrea y un cuarto lesiones en la piel, principalmente mordeduras de perros u otros animales, picaduras de insectos y erupciones llamadas larva migrans cutáneo (LMC) por una larva que se aloja debajo de la piel.
Otro 23 por ciento de los niños tenía infecciones febriles, en especial, malaria. El 11 por ciento tenía enfermedades respiratorias, como los resfríos y las infecciones del oído medio.
Varias enfermedades y lesiones eran más comunes en los niños que en los adultos.
Los niños tenían más riesgo de sufrir mordeduras o picaduras animales, LMC, infecciones respiratorias y diarreas por ciertas causas, como infecciones bacteriales y gastroenteritis aguda, que es una infección estomacal por contaminación de los alimentos.
Los niños registraban también más hospitalizaciones que los adultos (14 por ciento versus 10 por ciento).
Hagmann aseguró que se desconocen los motivos de esas diferencias, pero dijo que podrían mostrar el alto riesgo que tienen los niños de sufrir deshidratación grave por diarrea.
Desde | Reuters Health
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