Adelgazar el sobrepeso luego de dar a luz es una batalla para muchas madres primerizas, pero perder unos 5 kilos ayudaría a las mujeres con una complicación riesgosa en el primer embarazo a evitar su reaparición con el segundo bebé.
La preeclampsia -aumento de la presión-, la proteína en orina y la inflamación cada año afectan al 5 por ciento de las mujeres embarazadas en Estados Unidos.
"Puede ir más allá que el aumento de la presión: puede afectar el hígado, los riñones y el sistema de coagulación de la sangre", precisó la doctora Dorothea Mostello a Reuters Health.
Es una de las principales causas de muerte materna en el mundo desarrollado.
Mostello, de la Escuela de Medicina de St. Louis, es la autora principal del estudio publicado en Obstetrics and Gynecology. Con su equipo, analizó cómo reducir el riesgo de recurrencia de la preeclampsia en un segundo embarazo.
Una investigación previa del mismo equipo había demostrado que el peso materno previo al embarazo es "uno de los factores de riesgo más importantes de recurrencia (de complicaciones)". El equipo indagó si eso se aplicaba también al riesgo de preeclampsia.
Los autores analizaron las historias clínicas de casi 18.000 mujeres de Misuri que habían tenido dos partos entre 1989 y el 2005, y que habían desarrollado preeclampsia en el primer embarazo.
Antes del segundo embarazo, 1.417 mujeres pesaban menos que antes del primero, 8.783 pesaban lo mismo y 8.798 habían engordado. Las mujeres que pesaban lo mismo integraron el grupo control.
El 16 por ciento de las participantes desarrolló preeclampsia durante el segundo embarazo. El 13 por ciento de las que habían adelgazado entre los dos embarazos sufrió una recurrencia de la complicación, comparado con el 15 por ciento del grupo control y el 19 por ciento de las que habían engordado.
Una pequeña variación del peso materno entre los embarazos (5 kilos en las mujeres con sobrepeso promedio) "modificó significativamente el riesgo de volver a desarrollar preeclampsia" en todas las categorías de participantes según el peso, destacó el estudio.
"Si una mujer tiene sobrepeso y adelgaza, la probabilidad (de que la preeclampsia reaparezca) es tan baja como en una mujer con peso normal, y si tiene sobrepeso y engorda, la probabilidad es similar a las mujeres obesas. Y si una mujer con peso normal engorda, su riesgo será tan alto como el de una mujer con sobrepeso", resumió Mostello.
Los expertos ignoran por qué algunas mujeres desarrollan preeclampsia y otras no.
Ser afroamericana y tener sobrepeso u obesidad serían factores de riesgo.
Aunque no se puede corregir la genética, las mujeres podrían reducir el riesgo a desarrollar esa complicación con "una disminución modesta, pero posible, del peso corporal antes del embarazo", concluyó el equipo.
Desde | Reuters Health
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