lunes, 8 de agosto de 2011

Bacterias en el almuerzo escolar

A pesar de las mejores intenciones de los padres, muchos almuerzos escolares preparados cada día en casa podrían alcanzar temperaturas poco seguras antes de que el niño se los coma, y eso es así incluso cuando se empacan en un recipiente aislado con paquetes de hielo.

Un nuevo estudio de los almuerzos de los preescolares halló que más del 90 por ciento de los alimentos enviados desde casa tenían una temperatura poco segura mucho antes de que el niño comenzara a comer.

"El principal hallazgo de nuestro estudio es que más del 90 por ciento de los artículos perecederos tenían una temperatura inaceptable según las directrices del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) una hora y media antes del almuerzo", señaló el autor del estudio Fawaz Almansour, candidato doctoral del departamento de ciencias de la nutrición de la Universidad de Texas en Austin.

"Fue revelador. Como padre, cuando mi hijo viene a casa con dolor de estómago o vomitando, usualmente creo que es un virus. No creo que la comida que le di es el problema", comentó.

Pero los patógenos portados por los alimentos podrían ser la verdadera causa. Cuando se guardan a temperaturas inadecuadas, las bacterias pueden multiplicarse rápidamente, lo que aumenta las probabilidades de enfermedades transmitidas por los alimentos. Y los autores del estudio apuntaron que las enfermedades transmitidas por los alimentos son un riesgo particular en los niños menores de cinco años.

Los resultados del estudio aparecerán en línea el 8 de agosto y serán publicados en la edición de septiembre de la revista Pediatrics.

El estudio incluyó a nueve guarderías del centro de Texas que atienden a niños entre los tres y los cinco años de edad. La mayoría de padres estaban casados, y casi el 90 por ciento de los padres tenía al menos algo de educación postsecundaria, según el estudio. El 70 por ciento de las familias eran blancas, 12 pro ciento asiáticas, 9 por ciento hispanas y 3 por ciento negras. El 60 por ciento de los padres tenían entre 30 y 39 años de edad.

Los investigadores evaluaron la temperatura de los artículos perecederos individuales de 705 almuerzos. Evaluaron los alimentos una hora y media antes de la hora de almuerzo de los niños, porque con frecuencia los niños comienzan a comer parte de su comida antes del almuerzo.

Alrededor del 39 por ciento de los almuerzos carecían de paquetes de hielo, mientras que 45 por ciento solo tenían uno.

La mayoría de almuerzos, o sea más del 88 por ciento, estaban a temperatura ambiente, según el estudio. Apenas 1.6 por ciento de los artículos perecederos se mantenían en la zona de temperatura segura recomendada por el USDA. El USDA recomienda que la comida fría se mantenga a menos de 4 Cº (40 Fº), y que ningún alimento esté a temperatura ambiente por más de dos horas.

El estudio halló que incluso cuando se usaban varios paquetes de hielo, con frecuencia la comida no estaba a una temperatura segura.

Además, las neveras no ayudaban significativamente a mantener los alimentos a las temperaturas adecuadas. Esto podría deberse a que la comida se guardaba en recipientes aislados que se colocaban en la nevera, lo que permitía que el recipiente en realidad aislara la comida de la nevera.

Además, las neveras no siempre tenían una temperatura adecuada (inferior a 4 Cº o 40 Fº), a veces contenían demasiados artículos, y con frecuencia los niños abrían las puertas de la nevera y las dejaban abiertas durante un rato.

"La gran mayoría de almuerzos estaban claramente fuera del rango seguro, pero es difícil saber cuál es el verdadero impacto biológico de esto. En realidad no sabemos con qué frecuencia resulta en una enfermedad transmitida por los alimentos", señaló el Dr. Michael Green, especialista en enfermedades pediátricas infecciosas del Hospital Pediátrico de Pittsburgh. "Este trabajo plantea muchas preguntas, pero no puede proveer muchas soluciones".

Sugirió que los padres preparen a sus hijos comidas que no dependan tanto de una temperatura adecuada, como fruta o mantequilla de cacahuete.

Pero Almansour dijo que la nutrición de los niños podría sufrir si los padres evitan los alimentos perecederos. Una solución posible podría ser poner el almuerzo en una bolsa de papel, transportarlo a la guardería en un refrigerador aislado, y sacar la bolsa de papel del recipiente y colocarlo en la nevera cuando se llegue a la guardería.

Desde | HealthDay News

La nota fue extraída del link anterior. Si tienes dudas o sugerencias sobre derecho de autor favor de remitirse a la liga mencionada con anterioridad.
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