Lo recomendable es que se lo comience a retirar alrededor de los seis meses, cuando empieza a gatear, para dejarlo definitivamente aproximadamente a los 18 meses. Ahora sí, lo difícil es cómo lograrlo, ya que para algunos papás, es más “cómodo” que use el chupete ya como bien sabemos los calma en muchos momentos.
Por eso, antes de comenzar a retirarlo, los padres deben estar decididos a hacerlo, ya que un error que cometen muchos en comenzar, retroceder, y luego continuar. Hay que saber escoger el mejor momento para hacerlo. Ni se les ocurra comenzar cuando recién tuvo un hermanito o cuando está enfermo. Otro factor a tener en cuenta, es no guardarlo a la vista ni en casa, ya que a veces los padres se tientan en la mitad de la noche porque están cansados.
Algunos papás sustituyen el chupete por algún juguete y los niños lo aceptan. Pero cada uno va eligiendo la mejor manera ya que conoce a su hijo. Una vez una mamá comentó que llevó al zoológico a su hijita y le dijo que le tirara su chupete al mono. Ni tonto ni perezoso, el mono lo tomó, comenzó a comerse la tetina, y ¡santo remedio!, ya que cuando a la noche la niña le reclamó su chupete, la mamá le recordó lo que había hecho el mono con él, y la niña se rió. Quizás a ella le resultó pero a otros no; pero bien vale el consejo.
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