A pesar de que los beneficios del amamantamiento son incuestionables, muchas madres deciden no practicarlo por miedo a que sus senos decaigan. Sin embargo, el amamantamiento por sí solo no provoca ningún impacto en la forma de los senos de una mujer, según un estudio pionero en su clase que se presentó en el día de hoy en la American Society of Plastic Surgeons (ASPS, según sus siglas en inglés) Plastic Surgery 2007 Conference (conferencia de Cirugía Plástica de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos de 2007) en Baltimore.
"Muchas mujeres que acuden a nuestra consulta manifiestan que sus senos están perdiendo elasticidad, decaen, o tienen menos volumen, debido a que están amamantando", afirmó Brian Rinker, MD, Cirujano Miembro de la ASPS y autor del estudio. "Aunque el decaimiento de los senos parece aumentar con cada embarazo, hemos determinado que el amamantamiento no empeora el efecto".
El estudio examinó a 93 mujeres que estuvieron embarazadas una o más veces en forma previa a someterse a una cirugía cosmética de senos. El 58% de las pacientes informó haber amamantado a uno o más de sus hijos. La duración del
amamantamiento varió entre 2 y 25 meses, con un promedio de 9 meses. El 55% de las pacientes reportó un cambio adverso en la forma de sus senos, luego del embarazo.
Al tratarse del primer estudio que examina los impactos en la forma de los senos en relación con el embarazo, los cirujanos plásticos determinaron que los antecedentes de amamantamiento, la cantidad de bebés amamantados, la
duración del amamantamiento de cada bebé, o la cantidad de peso ganado durante el embarazo no eran predictores significativos en la pérdida de forma de los senos. Sin embargo, el índice de masa corporal (BMI, por sus siglas en
inglés), la cantidad de embarazos, una talla grande de sujetador previa al embarazo, los antecedentes como fumadora y la edad, constituyeron factores de riesgo significativos para un grado mayor de decaimiento de los senos.
De acuerdo a la ASPS, en 2006 cerca de 104,000 mujeres se sometieron a un levantamiento de senos, lo que significó un aumento del 96% desde el año 2000.
Asimismo, más de 329,000 mujeres se sometieron a un aumento de senos, transformando a la mamoplastia en el principal procedimiento cosmético de 2006.
"Muchas mujeres podrían mostrarse renuentes a amamantar, a causa de este mito sin fundamentos que sostiene que hacerlo significa dejar de tener unos senos juveniles", afirmó el Dr. Rinker. "Ahora, las madres que están en la dulce espera pueden relajarse, sabiendo que el amamantamiento no cambia el aspecto de sus senos".
La leche materna brinda beneficios indiscutibles a los bebés. La investigación ha demostrado que los bebés amamantados tienen una mejor salud general, un mayor crecimiento y desarrollo y también un menor riesgo de padecer muchas enfermedades agudas y crónicas que los bebés alimentados a biberón.
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