El articulo es largo, pero super recomendable para las que se encuentren en esta situacion. Busquen ayuda, no dejen de amamantar.
Durante los primeros días posteriores al nacimiento de su bebé, su cuerpo producirá calostro, una especie de anticipo de la leche. Este líquido espeso y amarillento contiene muchas propiedades de protección, que incluyen sustancias antibacterianas y otras que estimulan el sistema inmunológico, las que son muy importantes para su bebé y no están presentes en los preparados para lactantes. El flujo del calostro es muy lento, lo que permite que su bebé aprenda cómo mamar, además de cómo coordinar los momentos en que succiona, respira y traga.
La Academia Americana de Pediatría (AAP por su sigla en inglés) sostiene que después de 3 ó 4 días de estar amamantando, comenzará a sentir que sus pechos están menos blandos y más firmes, a medida que su leche deja de ser calostro para convertirse en una leche parecida a la descremada. Durante los 10 primeros días producirá una leche de transición. Después de este período, su leche se considerará madura.
Durante este tiempo, aumentará la cantidad de leche que su cuerpo produce, como respuesta al amamantamiento. Su provisión de leche depende de la estimulación que recibe de su bebé mientras lo está amamantando. En otras palabras, cuanto más amamante a su bebé, más leche producirá su cuerpo.
Las mamás que han tenido un parto por cesárea o que han estado muy medicadas durante un parto por el canal vaginal pueden notar que su provisión de leche tarda más en aumentar. En ocasiones, sin motivo aparente, la leche materna puede tardar algunos días o más en bajar. Esto es absolutamente normal y no suele ser motivo de preocupación. Además, su bebé habrá almacenado una gran cantidad de nutrientes por la alimentación que recibió mientras estaba en el útero. Eso, sumado al calostro, hará que su bebé esté plenamente satisfecho por lo menos durante algunos días después de haber nacido.
Pero si su leche no ha bajado después de 72 horas del nacimiento de su bebé, quizá desee consultar con el médico de su pequeño la posibilidad de complementar su alimentación temporariamente con un preparado para lactantes (hasta que aumente la cantidad de su leche), de modo que el bebé obtenga los nutrientes necesarios y no baje de peso innecesariamente. (Nota: No se alarme si su bebé pierde algo de peso los primeros días. La mayoría de los bebés suelen perder el 10% de su peso corporal durante la primera semana y no empiezan a engordar sino hasta el final de esa primera semana.
¿Cuánto tiempo después de que mi bebé haya nacido debo comenzar a amamantarlo?
En lo posible, trate de comenzar a amamantarlo dentro de las 2 primeras horas posteriores al nacimiento. Al hacerlo en ese momento, se aprovecha el estado de vigilia del recién nacido después del parto. Muchos bebés se adaptarán al pecho de manera instintiva, aunque ésta sea su primera vez. Después del período inicial de estar alerta, un recién nacido pasará las siguientes 24 horas alternando entre el sueño liviano y profundo. Por lo tanto, podría resultarle más difícil lograr que su bebé se prenda al pecho después de pasadas las primeras horas.
Aun cuando su bebé no se prenda al pecho eficientemente (o tome el pecho correctamente), empezar temprano ayudará a que tanto usted como su bebé adquieran práctica y se acostumbren a la idea del amamantamiento.
Puede llevar algún tiempo hasta que lo haga correctamente, pero es importante que su bebé abra bien la boca y que introduzca la mayor superficie posible de la areola (la parte oscura del pecho) dentro de ella (no sólo la punta del pezón).
Para que tanto a usted como a su bebé les resulte más fácil acostumbrarse al amamantamiento, pida en el hospital que el recién nacido se quede con usted en la habitación. Sin embargo, aquellas mamás que desean -y necesitan- dormir más durante los primeros días después del parto, pueden pedir que el bebé se quede en la nursery durante la noche y que se lo traigan cada vez que tenga que amamantarlo.
¿Debo dejar que las enfermeras del hospital le den a mi bebé un biberón o un chupete?
Si usted está decidida a intentar amamantar a su bebé exclusivamente, avíseles a las enfermeras cuanto antes que está amamantando y que no desea que le den un biberón o un chupete al bebé para que succione. Esto permitirá que su bebé practique cómo amamantarse y lo perfeccione sin la interferencia de biberones o chupetes. Sin embargo, existen casos excepcionales en los que se necesita darle un biberón o un chupete al bebé en la nursery (por ejemplo, durante una circuncisión, se les da a los bebés un biberón con agua azucarada), y esto no interferirá en el amamantamiento, en especial si el bebé permanece siempre en la habitación con usted.
¿Cuáles son las señales que indican que mi bebé tiene hambre?
A pesar de lo que algunas mamás primerizas creen, el llanto es una señal tardía de hambre. Debe tratar de amamantar a su bebé antes de que esté tan hambriento que se ponga muy molesto y sea difícil calmarlo.
Éstas son algunas de las señales que indican que los bebés tienen hambre:
- mover la cabeza de un lado al otro.
- abrir la boca.
- sacar la lengua.
- llevarse las manos y los puños a la boca.
- emitir sonidos débiles, a modo de susurros.
- fruncir los labios como si fueran a succionar.
- acariciar los pechos de la mamá con la boca.
- mostrar el reflejo de hociqueo (cuando un bebé gira la boca hacia algo que está acariciando o tocando su mejilla).
¿Cómo me doy cuenta de que mi leche está bajando para amamantar a mi bebé?
Muchas mujeres sienten el reflejo de expulsión de leche (o bajada): el momento en que sus pechos comienzan a llenarse de leche para amamantar. Sin embargo, cuándo y cómo sucede esto es diferente en cada mujer. Puede comenzar antes de empezar a amamantar (a algunas mujeres empieza a bajarles la leche con sólo ver a su bebé o escuchar llorar a un bebé) o puede suceder después de que el bebé se haya prendido al pecho y haya succionado algunas veces.
Es probable que sienta una especie de hinchazón, como si sus pechos estuvieran llenándose y poniéndose más firmes, o algo así como una sensación de hormigueo en sus pechos. También puede sentir o ver que está saliendo leche de sus pezones. Sin embargo, algunas mujeres nunca sienten cuando les baja la leche, y esto no es un motivo de preocupación. Aunque no lo sienta, verá cómo la leche sale del pezón y escuchará tragar a su bebé.
¿Cómo puedo asegurarme de que mi bebé se haya prendido al pecho correctamente?
Ésta suele ser la razón principal por la que muchas mamás primerizas tienen dificultades con el amamantamiento: sus bebés no se han prendido al pecho correctamente. Esto puede resultar frustrante para ellos y sumamente doloroso para las madres.
Éstos son algunos consejos sobre cómo asegurarse de que su bebé se ha prendido al pecho correctamente cada vez que lo amamanta:
- Asegúrese de que su bebé tenga la boca bien abierta y de que baje la lengua cuando se prende al pecho.
- Sostenga el pecho con la mano, colocando el pulgar por encima y los otros cuatro dedos por debajo. Mantenga los dedos lo suficientemente lejos de la boca del bebé para que pueda abarcar con ella la mayor superficie posible del pezón y la areola (la zona circular que rodea al pezón) cuando se prende al pecho.
- Deslice suavemente el pezón desde la mitad del labio inferior del bebé hacia su mentón para inducirlo a que abra la boca.
- No bien el bebé haya abierto bien la boca y baje la lengua, acerque al bebé al pecho (no el pecho al bebé). El bebé debe introducir en su boca la mayor superficie posible de la areola y debe quedar una mayor parte de la areola visible sobre el labio superior que en la parte inferior.
- Asegúrese de que la nariz del bebé esté casi tocando su pecho (no apretada contra el pecho), de que los labios estén doblados hacia fuera y de que usted ve o escucha tragar a su bebé. (Podrá confirmar esto si ve que la mandíbula inferior de su bebé se está moviendo, e incluso la oreja y la sien).
Cuando su bebé se haya prendido al pecho correctamente, usted quizá sienta dolor por un breve período de 30 a 60 segundos (porque su bebé está tirando del pezón y de la areola para introducirlos en su boca), pero luego este dolor desaparecerá. Después sentirá como un tirón cuando el bebé esté succionando. Si sigue sintiendo dolor, interrumpa el amamantamiento y vuelva a colocar al bebé para que se prenda al pecho.
Su bebé succionará de cuatro a cinco veces y luego hará una pausa de entre 5 y 10 segundos. Su bebé incrementará la cantidad de succiones a medida que aumente la cantidad de leche. A medida que el flujo de leche se vuelva más lento, probablemente cambie el patrón de succión de su bebé: succionará de tres a cuatro veces con pausas de más de 10 segundos.
La mayoría de los bebés se desprenderán del pecho por sí mismos. Si su bebé no se desprende del pecho, pero sólo succiona con la parte de delante de la boca, puede deslizar un dedo por el costado de la boca del bebé (entre las encías) y luego girar el dedo un cuarto de vuelta para interrumpir la succión. Luego, trate de hacer que su bebé eructe y póngalo en el otro pecho.
¿Cómo puedo darme cuenta de si mi bebé se ha prendido al pecho correctamente o no?
Si su bebé suele succionar la punta del pezón, sin abarcar demasiado la areola, no se ha prendido al pecho correctamente. Los bebés que suelen prenderse del pecho incorrectamente, en general se quedarán dormidos mientras están mamando y quizá no queden satisfechos porque no están tomando la suficiente cantidad de leche. Si algo de esto ocurre, interrumpa la succión y vuelva a colocar al bebé en su pecho asegurándose de que se prenda al pezón y la areola.
Llame al pediatra o a un especialista en lactancia materna en caso de que se dé alguna de las siguientes situaciones:
- No puede evitar sentir dolor cada vez que amamanta a su bebé (tal vez sólo necesite ayuda para lograr que su bebé se prenda al pecho correctamente, o quizá tenga una infección mamaria).
- Su bebé siempre se queda dormido cuando está mamando.
- Su bebé toma el pecho, pero parece no quedar satisfecho cuando usted termina de amamantarlo.
Me cuesta tomarle la mano al amantamiento. ¿Qué puedo hacer?
Esto es absolutamente normal. Mientras que el amamantamiento puede resultarles sencillo a algunas mujeres, muchas otras pueden necesitar un período más largo de adaptación y práctica. Amamantar a su bebé puede ser una de las tareas más desafiantes y, a la vez, gratificantes que realizará como madre.
Mientras esté en el hospital, no dude en recurrir a la experiencia de las enfermeras y de su obstetra/ginecólogo (OB-GYM). Ellos estarán más que dispuestos a responder a todas las preguntas que usted quiera hacerles, así como a aconsejarla acerca de qué hacer y qué evitar cuando está amamantando. Las enfermeras pueden incluso observarla y entrenarla cuando esté amamantando a su bebé. Quizás el hospital cuente con un especialista en lactancia materna dentro del personal, que podrá asesorarla y tranquilizarla.
Además, la Academia Americana de Pediatría (AAP por su sigla en inglés) recomienda pesar a los lactantes y evaluar el amamantamiento de 48 a 72 horas después de que la mamá y el recién nacido han salido del hospital. Por lo tanto, tendrá la posibilidad de conversar acerca de sus preocupaciones o dificultades dentro de los primeros días posteriores a haber salido del hospital.
Más allá de lo que haga, intente no desanimarse demasiado ni decidir abandonar por completo. Con un poco de paciencia y algo de práctica, es probable que el amamantamiento resulte cada vez más fácil tanto para usted como para su bebé en las siguientes semanas. Como dice el viejo refrán, "la práctica hace al maestro".
¿Hay distintas formas de sostener a mi bebé mientras lo estoy amamantando?
Sí. Puede probar distintas posiciones (o formas de sostenerlo) para amamantarlo. Así, se dará cuenta de cuál es la más cómoda tanto para usted como para su bebé. Éstas son algunas variantes:
- Posición de acunamiento: Ésta es la forma tradicional de sostener al bebé, que muchas mamás probarán para empezar.
- Posición de fútbol: Ésta es una buena posición para la mamá a la que le han practicado una cesárea (porque el bebé no hace presión sobre el vientre de la madre), así como para aquellas mamás que tienen pechos grandes o bebés pequeños.
- Posición de acunamiento cruzado: Es similar a la posición de acunamiento, pero la mamá coloca los brazos y las manos de otra manera. Algunas mamás notan que con esta posición les resulta más fácil controlar cómo se prenden los bebés al pecho.
- Posición acostada de perfil: Esta posición les permite a las mamás descansar mientras están amamantando y también es habitual en aquellas madres a las que se les ha practicado una cesárea.
¿Qué puedo hacer para que el amamantamiento resulte lo más cómodo posible?
Lo principal es encontrar una posición cómoda y lograr que el bebé se prenda bien al pecho. Una vez que haya conseguido esto, la experiencia de ese vínculo resultará verdaderamente gratificante. Éstos son algunos consejos que pueden ayudar a que se relaje y disfrute de la experiencia:
- Tenga una bolsa o canasta con cosas ricas cerca de cada lugar de la casa donde suele amamantar a su bebé (junto a la cama, sobre el sofá y demás). Llénela con una botella de agua, unos snacks saludables, algunas revistas, su teléfono portátil o celular (para no tener que pararse si quiere atender una llamada o llamar a alguien), varios baberos o pañales de algodón para cuando su bebé babea o escupe algo de leche, y los controles remotos en caso de que haya un televisor, un reproductor de DVD, una videocasetera o un equipo de música cerca.
- Busque la posición sentada que le resulte más cómoda y no la cambie, de modo que su bebé vaya sintiéndose a gusto con esta rutina y tenga ganas de que llegue ese momento. A muchas mamás les gusta sentarse en una mecedora o en un acogedor sillón con apoyabrazos.
- Descanse sus pies y su espalda. Las banquetas para los pies y las almohadas pueden proporcionar sostén adicional. Algunas mujeres notan que las almohadas con forma de aro para amamantar o las almohadas grandes con respaldo y brazos a cada lado les resultan útiles para amamantar en la cama.
¿Por cuánto tiempo debo amamantar a mi bebé?
La AAP recomienda que las mujeres amamanten a sus bebés de manera exclusiva (sin darles preparados para lactantes, agua, jugos, leche común o alimentos) por lo menos durante los 6 primeros meses y que lo ideal es prolongar el amamantamiento si tanto la mamá como el bebé lo desean.
www.kidshealth.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario