Otra vez accidentes de salud provocados por juguetes producidos en China continental. Esta vez son unas bolitas para armar mosaicos, que luego – con agua – se pegan solas. Dos niños en Australia fueron hospitalizados en coma.
Entre los dos acontecimientos hubo cuatro semanas de investigaciones médicas a cargo del doctor Kevin Carpenter, un bioquímico especializado en genética en Sydney. Carpenter descubrió que el niño había comido bolitas Bindeez, que en Australia eran "el juguete del año".
Una vez ingeridas, las bolitas desprendían un químico relacionado con el GHB, la prohibida droga de colza. En Norte América se comercializaban como Aqua Dots.
Pero si no hubiera sido por la persistencia del Dr. Carpenter el retiro de los juguetes del mercado no se habría producido,
.
Los médicos del Hospital de Westmead, en las afueras de Sydney creían al principio que el bebé de dos años tenía algún desorden metabólico congénito. Sin embargo, cuando Carpenter tomó muiestras de orina para verificar el desorden, encontró GHB, que puede dejar a la víctima inconsciente y hasta causarle muerte por asfixia.
A los dos días el mismo test mostró que el GHB había desaparecido del cuerpo, lo cual confirmó que el químico había sido ingerido y no era un desorden genético. Fue entonces que el médico se enteró que el niño había vomitado bolitas antes y después de entrar en coma. Suigió con las pruebas hasta que identificó una sustancia que no reconocía. Era un material industrial oscuro usado para impedir que las gomas solubles en agua se volvieran pegajosas antes de lo que se requería. Pero cuando se lo ingiere, el material se descompone y se convierte en GHB. Estados Unidos prohíbe terminantemente la venta del químico al que cataloga en la misma categoría que la heroína.
Carpenter compró una pequeña cantidad del químico industrial, una compra que requirió bastante papeleo para asegurar que no sería usado en forma ilegal.
Contactó al distribuidor mundial de juguetes , Moose Enterprise of Australia, quien lo refirió a la oficina en Hong Kong del fabricante. El fabricante dio la lista de los ingredientes de las bolitas. La lista no incluida el químico peligroso. Carpenter dijo que el fabricante se mostró reacio a aportar detalles sobre cómo se fabrican las bolitas.
Alertó a las autoridades australianas, se envió una advertencia sobre las bolitas y el centro de venenos del hospital emitió el viernes 2 de noviembre una advertencia sobre los productos a toda Australia.
Al día siguiente. Otra madre ingresó a su hija inconsciente en el hospital. La niña comenzó a vomitar bolitas. En el hospital los médicos reconocieron los síntomas inmediatamente.
Al día siguiente, Moose, el distribuidor de juguetes, ordenó un "recall" en Australia de todas las bolitas Bindeez beads.
El miércoles, Carpenter dijo que los reguladores de seguridad deberían. Analizar en laboratorio otros juguetes similares. Esos juguetes, vendidos bajo marcas Aqua Dots Aqua Beads, contienen paquetes de bolitas de colores brillantes que los chicos disponen como si fueran mosaicos, luego las rocían con agua y las bolitas se fijan unas a otras en 10 minutos para formar obras de arte duraderas.
El mismo día, Peter Mahon, vocero del distribuidor, dijo que la compañía había ordenado tests de seguridad sobre las Bindeez que se venden en más de 40 países, pero que estaba esperando los resultados antes de decidir si ampliar el recall más allá de Australia.
Pero el sitio británico Amazon los sacó de la lista de productos en venta. Lo mismo hizo Juguetería LiFung en Hong Kong Singapur y Malasia.
En Norte América se retiraron todos los productos de las jugueterías, aunque más no sea por precaución.
En Gran Bretaña, Aqua Beads es comercializado por Flair Leisure Products Plc. Peter Brown, CEO de Frali, dijo que al saber del recall la compañía inmediatamente envió muestras de Aqua Beads samples a un laboratorio intepdendiente para testearlos. Los tests no mostraron ninguna señal del precursos a GHB, pero ellos compran las Aqua Beads a un proveedor chino, pero no del mismo fabricante que Moose, agregó. De cualquier modo comenzó una gran revisión sobre la existencia de algún posible producto tóxico en los juguetes.
La aduana de Hong Kong dijo que había enviado los juguetes Bindeez a unj lagobatorio del gobierno para pruebas luego de saber que el distribuidor australiano había usado su oficina en Hong Kong para comprar juguetes de su fabricante.
Moose dijo que había revisado los ingredientes y descubrió que había algunas partidas que no coincidían con la lista de ingredientes prometidos por el proveedor.
"La sustitución en ningún momento fue aprobada por Moose, quien tampoco estaba enterada de tal sustitución, dijo la compañía en unj comunicado.
Moose no quiere identificar al proveedor. El Dr. Carpenter dijo durante su investigación, que Moose lo había puesto en contacto por e-mail con el fabricante, cuya dirección de mail terminaba con @jssy.com.hk.
JSSY Ltd. tiene una dirección web con ese nombre, y la compañía se describe como fabricantes de juguetes con oficinas en Hong Kong y Taiwan y tres fábricas en China continental. Contactados, se negaron a hacer comentarios.
www.mercado.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario