martes, 20 de noviembre de 2007

Por qué una mamá debe saber dormir a su bebé

Una investigación realizada en Australia enseñó a las madres primerizas estrategias para ayudar a sus hijos a conciliar el sueño. Aseguran que los beneficios son para ambos

Entre 328 mujeres con bebés de 7 meses de vida que tenían problemas para dormir, aquellas que al azar recibieron una intervención conductual corta observaron una reducción de la alteración del sueño en el niño y en ellas, además de sentirse menos deprimidas que quienes no participaron en el programa.

El equipo de la doctora Harriet Hiscock, del Hospital de Niños Royal en Parkville, Victoria, publicó estos resultados en Archives of Disease in Childhood. La intervención consiste en una enfermera entrenada que determina la naturaleza del trastorno del sueño, identifica las soluciones y diseña un plan individualizado de manejo del sueño junto con la madre.

Las mujeres recibieron información sobre los patrones normales de sueño de los bebés de 6 a 12 meses de vida. Las mamás del grupo de la intervención tenían que elegir una de dos estrategias: el "llanto controlado", en el que los padres responden al llanto de su bebé a intervalos cada vez mayores para permitir "su independencia", o la "salida progresiva", en la que el padre o la madre se sienta junto al bebé hasta que se duerme y va dejando la habitación de a poco durante las siguientes tres semanas.

Tras considerar los factores que podrían influir en los resultados, las posibilidades de tener problemas de sueño en el grupo que recibió la intervención disminuyeron un 42 por ciento a los 10 meses y un 50 por ciento a los 12 meses, a diferencia de las 154 madres que no participaron en la intervención, informan los autores.

La intervención tuvo además efectos beneficiosos "importantes" sobre la salud mental materna. Las madres que recibieron la asistencia estaban menos deprimidas a los 10 y 12 meses que las mujeres del grupo de control y obtuvieron mejores resultados en una evaluación de la salud mental. La cantidad y la calidad del sueño mejoraron en las mujeres del grupo que recibió la intervención.

Una mejor calidad al dormir ayudaría a reducir los problemas relacionados con la falta de sueño materno, como así también "la sobrecarga y la disfunción maternas, además de los futuros problemas de conducta infantil", indicó el equipo.

Las madres que participaron en la intervención tenían menos capacidad de buscar y pagar ayuda profesional para los trastornos del sueño de los bebés, lo que sugiere que la intervención ayudaría también a ahorrar dinero. Dados los beneficios aparentes del programa, "el cambio consiste en traducir esta intervención a la población general de manera sostenida y posible", finalizó el equipo.

www.infobae.com

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