lunes, 3 de diciembre de 2007

Cuando el bebe no acepta el biberon

¿Cuál es la mejor manera de acostumbrar a mi bebé, que siempre ha tomado pecho, a tomar el biberón?

La mayoría de los expertos en lactancia sugieren esperar hasta que el bebé tenga 3 ó 4 semanas y la lactancia esté bien establecida. Si vas a volver al trabajo, comienza a darle el biberón unas dos semanas antes para acostumbrarlo y tener resuelto cualquier problema que pueda surgir. (Encontrarás más información sobre cómo esterilizar los biberones o sobre la frecuencia adecuada para darle el biberón en Introducción a la alimentación con biberón).

Como la succión de la leche exige movimientos de boca y lengua distintos a la succión del pecho, puede que a tu bebé le lleve algo de tiempo habituarse. Prueba estas sugerencias para una transición tranquila:

• Ofrécele un biberón un poco antes de la hora habitual de su toma; así estará interesado en comer, pero no muy hambriento. De ese modo es posible que se frustre menos al sentir el frío de la mamila (tetina), en lugar del cálido pezón.

• Deja que sea otra persona quien le dé el primer biberón. Tu bebé se sentirá menos confuso si se lo das tú misma porque quizás se pregunte por qué no le ofreces el seno. Por eso, puedes pedir a alguien — tu madre, tu compañero, la niñera u otra madre — que haga esa primera introducción.

• Procura no estar en casa. Los bebés pueden oler a la madre a una distancia de al menos 20 pies (6 metros) y darse cuenta de que tú (y tus senos) andan cerca, aunque estés fuera de la pieza.

Tory Winnick pasó a su hijo Philip al biberón a las tres semanas de nacer. "Extraje mi propia leche y la introduje en el biberón para que mi marido, Mike, experimentase lo que es dar de comer al bebé", recuerda. "Tuvimos que probar diversas mamilas hasta que encontramos la que mejor simulaba el pezón. Mike se sintió feliz de poder alimentar a nuestro hijo".

Dar el biberón puede ser una acción tan cálida físicamente como dar el pecho si tienes a tu bebé bien cerquita de ti. A algunos bebés les gusta que los sujeten en la posición de mamar aunque estén chupando de una botella, mientras que a otros los desconcierta. Pide a la persona que vaya a darle el biberón que pruebe varias posiciones mientras mira al bebé a los ojos y dale a tu pequeño la oportunidad de irse acostumbrando a esta nueva experiencia.

Algunos bebés comen muy poco cuando mamá no está en casa, y si no la ven en todo el día puede que empiecen a despertarse con más frecuencia por la noche. No te sorprendas si ocurre; emplea estos momentos de intimidad y calma para reconectar con tu bebé.

¿Qué hago si mi bebé se resiste a tomar el biberón?

Si tu bebé no quiere el biberón, prueba alguna de estas técnicas:

• Usa una botella con una mamila similar a un chupón (chupete) que le guste a tu bebé. Si usa un chupón de látex, utiliza un biberón con mamila de látex y no de silicona, y viceversa. Calienta un poco la mamila con agua templada para que le resulte más atractiva.

• Pon un poco de tu leche en la mamila. Cuando tu bebé la reconozca puede que decida seguir chupando para ver si hay más.

• Deja que el bebé juegue con la mamila para que se familiarice con ella. Si quiere morderla, deja que lo haga. Es posible que empiece a chupar muy pronto.

• Prueba a agarrarlo en una posición distinta. Colócalo en un asiento de auto para bebés para que tenga una postura semierguida y luego dale el biberón poniéndote frente a él. Una vez que se haya acostumbrado al biberón puedes sujetarlo como normalmente lo harías cuando le das de comer. Un papá creativo se puso la bata de su mujer y se metió el biberón bajo la axila mientras tenía al bebé en posición de mamar. Esto quizás no te sirva a ti, ¡pero a papá a lo mejor sí!

Cerciórate de que tienes tiempo suficiente para poner los pies en alto y relajarte durante el proceso. Si el bebé rompe a llorar y no quiere el biberón, no lo fuerces y cálmalo; luego, prueba otra vez. Lo último que deseas es una batalla. Si has probado tres veces y ha rehusado las tres, desiste. No trates de darle el pecho inmediatamente. Espera unos cinco o 10 minutos y haz algo distinto para que no asocie su negativa a tomar el biberón con la gratificación inmediata de recibir el pecho.

Muchos bebés que han estado alternando el biberón y el pecho suelen decidir hacia los tres meses que ya no lo quieren, que simplemente prefieren el pecho. Claro, ¿por qué no? Es cálido, agradable, huele bien y se lo da su persona favorita: mamá. De modo que el éxito inicial no es una garantía de que tu bebé acepte el biberón cuando tú realmente quieres que lo haga.

¿Y si quiero saltarme el biberón y empezar a darle de beber a mi bebé directamente de un vaso?

En algunos países, a los bebés que no pueden mamar, incluso a lo más chicos, se les enseña a beber de un vaso desde el principio. Este método ofrece las siguientes ventajas: por un lado no existe la posibilidad de que haya confusión entre pezón y mamila. Tampoco tendrás la tentación de poner a dormir a tu bebé con el biberón (chupar del biberón durante la siesta o por la noche puede estropear los dientes), ni tendrás que romper el hábito del biberón. Por supuesto, enseñarle a tu pequeño a beber de un vaso lleva tiempo; a menos que emplees un vasito con tapa y boquilla o con una pajita, tendrás que ayudarle a tu niño a beber y estar preparada para limpiar los inevitable derrames. Si tu bebé va a una guardería, probablemente este sistema no le hará mucha gracias a sus cuidadoras.

Muchos de los mismos principios aplicados para pasar al bebé al biberón son también aplicables para acostumbrarlo a beber de un vaso. Habitúa a tu bebé al vaso a una edad temprana (pero no hasta que la lactancia haya quedado bien establecida) e introdúcelo gradualmente, como una toma al día. Si has decidido volver al trabajo, comienza a enseñarle a beber algunas semanas antes de tu retorno, ya que tu bebé necesita tiempo para acostumbrarse a este nuevo método de alimentación.

Mi bebé se niega tajantemente a beber del biberón. ¿Qué debo hacer?

Habrá quien te diga que si aguardas lo suficiente, el bebé tendrá tanta hambre que acabará tomando el biberón. Pero eso no es necesariamente cierto; además, no es buena idea forzar al bebé haciéndolo pasar hambre. No hagas de las comidas un terreno de batalla, ni ahora, ni cuando tenga 2 años ni nunca.

Si todos tus intentos de darle el biberón fracasan, prueba con un vaso. Sujétalo en posición erguida apoyado en tu brazo y acerca el vaso a su boca, inclinándolo ligeramente hasta que le entre un pizca de leche, fórmula o jugo (depende de la edad del pequeño). Hará gesto de lamerla y luego empezará a beber. También puedes usar una cuchara medicinal de mango hueco.

Los bebés más jóvenes frecuentemente prefieren el biberón porque satisface la necesidad de chupar, mientras que los que son algo mayores y los que ya saben andar se decantan por la novedad que ofrece el vaso. Una vez que tu pequeño pueda beber de un vaso con cierta destreza, podrás elegir entre ambas alternativas: vaso o biberón. También puedes pedirle a la persona que lo cuida mientras estás en el trabajo que pruebe con ambos.

En estas situaciones no es infrecuente que las mamás se culpen a sí mismas diciendo: "Si le hubiese dado el biberón desde el principio, esto no habría sucedido". Pero eso no es verdad. Algunos bebés nunca aceptan el biberón.

¿Y si decido destetarlo?

Si has decidido dejar de darle el pecho a tu bebé o reducir las tomas de lactancia antes de retornar al trabajo, te mereces una felicitación y mucho apoyo por haberle dado a tu hijo semanas o meses de tu leche. Pero asegúrate de que siga gozando de esos periodos de atención exclusiva y amorosa contigo y con el biberón, igual que lo hiciste cuando le dabas el pecho.

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