martes, 29 de enero de 2008

Embarazo, ¿será una dulce espera?

Desde pequeña nos han dicho que el embaraza es una etapa maravillosa. Pero a la persona que nos contó esa historia se le olvidó decirnos que existen algunas molestias, más allá de las náuseas, que nos pueden hacer pasar unos meses “inolvidables”. Descubre cuáles son y cómo puedes paliarlas.

PRIMER TRIMESTRE

Corroborar el embarazo. La regla no ha hecho su aparición el día previsto. Lo mejor es que acudas a la farmacia y pidas un test de embarazo (de 6 a 30 €). El test comprueba la presencia en la orina de la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG), señal de que estás embarazada. Si el resultado es positivo, pide una cita con tu ginecólogo. Él podrá confirmar con un análisis de sangre y una ecografía si la prueba casera era 100% fiable. Actualmente, la ecografía transvaginal se realiza a las pocas semanas del retraso de la regla y diagnostica de forma muy fiable el estado y la implantación del embrión.

Primera visita. En cada consulta el obstetra te realizará un control de peso y de presión arterial. Además, controlará los latidos del corazón del bebé con un Doppler. Durante la primera consulta, las pruebas más habituales que el ginecólogo te pedirá (y que cubre la Seguridad Social) son:
• Anticuerpos: Determinan si eres inmune a enfermedades que pueden causar defectos de nacimiento si las contraes durante el embarazo.
• Recuento de glóbulos rojos: El médico necesita descartar que padeces anemia, lo que te podría hacer sentir muy cansada y, en algunos casos, aumentar el riesgo de parto prematuro.
• Grupo sanguíneo: Incluido el factor Rh tanto de la madre como del padre.
• Bacterias en la orina: Para detectar una infección en las vías urinarias. Se tratan con antibióticos.
• Hemograma completo: Recuento de leucocitos, análisis y cultivo de orina, anticuerpos antirubeola y hepatitis B, alfafetoproteína, toxoplasmosis...
• Traslucencia nucal: Esta evaluación se realiza entre las semanas 11 a 14 y permite detectar enfermedades como el síndrome de Down.

SEGUNDO TRIMESTRE

• Azúcar en la orina. Su presencia puede ser un signo de diabetes.
• Anmiocentesis. Se practica sólo cuando existe un cierto riesgo de que el bebé sufra defectos congénitos genéticos o cromosómicos o ciertas malformaciones. Se realiza entre las semanas 15 y 18.
Evaluación del marcador del suero ("Prueba triple"). Es una prueba de sangre que determina el riesgo que tiene el bebé de sufrir algún trastorno de nacimiento, como el síndrome de Down o malformaciones del tubo neural.
• Proteína en la orina. Puede indicar una infección de las vías urinarias o, en una etapa posterior, una condición relacionada con el embarazo que incluye alta presión arterial.

TERCER TRIMESTRE

• En estos meses se solicita la última analítica, que básicamente pretende determinar si las pruebas de coagulación son correctas de cara a la anestesia epidural en el parto. Además, se valora si existe anemia, si se han padecido infecciones perjudiciales para el embarazo y la situación del organismo para afrontar la recta final del mismo, determinando la función del hígado y del riñón.

• Entre la semana 35-36 se practica un cultivo vaginal y rectal a todas las embarazadas, que permite saber si existe algún tipo de infección. Si fuera así, en el momento del parto, se administran antibióticos a la madre para proteger al feto de la infección a su paso por el canal del parto.

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