«Me critican en internet, donde pueden opinar pederastas y asesinos»
«Duérmete niño» es uno de los «best sellers» de los últimos años. El doctor Eduard Estivill ha vendido dos millones de ejemplares de este método para organizar el sueño de los más pequeños. La primera edición es de 1997 y desde entonces ha sido traducido al catalán, italiano, checo, portugués, polaco, danés, islandés, alemán, húngaro, japonés. Estivill, cazadora de piel, pantalones vaqueros y botines, habla seguro, pausado y claro. Ayer estuvo en Oviedo invitado por la Fundación La Caixa. Estivill es doctor en Medicina por la Universidad de Barcelona en las especialidades de neurofisiología clínica y pediatría. Insiste en que sus libros, para dormir, para comer y para aprender jugando, se sustentan en conocimientos científicos. Es padre de una mujer de 30 años y tiene un nieto de 3 al que confiesa que utiliza «como conejillo de indias».
-¿Cuánto tiempo debemos dormir?
-El sueño no es lo mismo a los 2 años, a los 15, a los 50 o a los 70. Tenemos conocimientos y estudios científicos para asegurar que el sueño cambia en cada etapa de la vida, y lo mismo ocurre con las alteraciones del sueño.
-Entonces, ¿cuánto debemos dormir a los 2, a los 15, a los 50 o a los 70 años?
-Un niño hasta los 4 años necesita dormir entre 11 y 12 horas al día y una siesta de una hora. Entre los 7 y los 8 años debe dormir de 10 a 11 horas. Un adolescente necesita 9 horas de sueño; un adulto, entre 7 y 8 horas, y una persona mayor, de más de 65 años, necesita entre 5 y 6 horas de sueño con 2 o 3 pequeñas siestas de 10 minutos a lo largo del día.
-¿Y qué logramos?
-El sueño es la fábrica de nuestros días, es un proceso de reparación, restauración y aprendizaje. Durante el sueño asimilamos lo que aprendemos durante el día. No sólo descansamos físicamente, sino también intelectualmente. Durante el día aprendemos conceptos y durante la noche los organizamos. En el sueño profundo se produce el descanso físico, y el descanso intelectual tiene lugar en la fase REM.
-¿En qué etapa de la vida es necesario dormir más?
-El desarrollo más importante de una persona es desde que nace hasta los 5 años, es el período en que se aprenden más cosas y en el que pasamos de estar tumbados a caminar erguidos, un cambio tan importante que no hay otro igual a lo largo de nuestra vida.
-¿Qué hay que hacer para dormir bien?
-Depende de las causas que provoquen el no dormir.
-¿Por qué duerme mal un niño?
-Un niño pequeño duerme mal porque tiene malos hábitos.
-Ha vendido dos millones de ejemplares de «Duérmete niño», pero también ha recibido muchas críticas.
-Los que critican mi método es que no han leído el libro o que han leído internet, que es un foro en el que la ciencia brilla por su ausencia y en el que pueden opinar pederastas y asesinos.
-En el libro dice que hay que dejar llorar intensamente al niño durante tres minutos antes de tomarlo en brazos. ¿No es demasiado duro para el padre o la madre?
-Es tan duro como el primer día que lo dejas en la escuela, seguro que llora más de tres minutos. De todos modos, el libro es para beneficio de los niños y no para comodidad de los padres, no hay que entenderlo así. Es una herramienta para los papás. Además, no hay que dejar llorar al niño porque eso implica abandono, lo que hay que hacer es enseñarle a dormir, y para ello yo utilizo métodos científicos. Los médicos utilizamos mucho otras disciplinas como la neurobiología, la psicología o la pedagogía.
-¿Son buenos los padres de hoy en día?
-Son magníficos, yo diría que mejor que los de antes, porque los de hoy tienen que luchar contra dos problemas enormes que son la falta de tiempo y las nuevas tecnologías. Lo que hay que dejar claro es que con menos tiempo se puede educar igual de bien. Con media hora con el niño haciendo bien las cosas se puede hacer lo mismo que en muchas horas en las que estás con el pequeño pero no le prestas la misma atención.
-Le acusan de conductista, en el peor sentido de la palabra.
-A los niños les enseñamos formas de conducta. En la medicina y en la ciencia siempre ha habido dos corrientes, la del conductismo y la del psicoanálisis.
-No sé cuál es peor a la hora de educar a un niño.
-Por eso nosotros utilizamos los dos métodos, porque lo que buscamos es la transmisión de cariño.
-¿Eran necesarios sus libros sobre dormir, comer y jugar?
-Siempre fui muy reacio a publicarlos porque no sabes cómo se pueden utilizar. Yo en la clínica siempre tengo a los papás delante y eso es fundamental. De todos modos, al 90 por ciento de la gente que lo tiene le ha funcionado y el 10 por ciento restante es porque o no lo leen entero o no lo leen los dos, el padre y la madre, y si no lo hacen así no funciona. De todos modos, insisto en que se trata de un método científico y si se han vendido dos millones de ejemplares de «Duérmete niño» es precisamente por eso y porque funciona siempre que las cosas se hagan bien.
Desde | La Nueva España
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