domingo, 14 de septiembre de 2008

Pérdida del deseo sexual experimentan algunas mujeres

Aunque el cerebro es el principal órgano sexual de la mujer, hacer algunos ejercicios abdominales y lumbares pueden mejorar el desempeño sexual.

Es importante fortalecer glúteos y músculos vaginales que al ser tonificados contribuyen al placer sexual.

El médico deportólogo Miguel Arévalo explica que el acondicionamiento de los músculos de la zona pélvica (musculatura central o core) da más agilidad a la mujer. Se trata de las clases aeróbicas de body language o lenguaje corporal.

"Los órganos sexuales femeninos están apoyados en esta zona. El sobrepeso, por falta de ejercicio debilita la pelvis y compromete el desempeño y placer sexual", agrega Arévalo.

No obstante , según el urólogo y sexólogo Alonso Acuña su práctica frecuente no solucionará todas las dificultades. "Mejoran o prolongan aspectos de la respuesta sexual, pero no solucionan o eliminan las dificultades sexuales".

Clases de lenguaje corporal

En países como Indonesia ya hay gimnasios especializados en clases de body language.

Es un entrenamiento que retoma ejercicios aeróbicos y los combina con fortalecimiento de la pelvis, el abdomen y los músculos vaginales, involucrados en el goce sexual femenino.

No obstante, el orgasmo en la mujer no solo depende de la irrigación sanguínea en la vulva; es más importante la función cerebral. Por eso, aunque los ejercicios estabilizan y flexibilizan la zona, no solucionan dificultades como la anorgasmia.

"Muchas mujeres pueden practicar estos ejercicios, pero algunas no logran el resultado deseado y pueden caer en frustraciones", explica el sexólogo y urólogo Alonso Acuña.

Y es que la respuesta placentera surge por el trabajo del sistema nervioso, el aparato circulatorio y el hormonal.

"Al enlazar estas funciones con estabilidad emocional, se consigue deseo, excitación y orgasmo", agrega Acuña.

Lumbares y glúteos

Acostada en el piso, boca arriba, apoye los pies sobre una silla o el borde de la cama, con las piernas estiradas.

Eleve la pelvis sin despegar del piso la parte media de la espalda, asegurándose de hacer presión en los glúteos y contrayendo el abdomen.

Sostenga por cinco segundos y relaje. Haga tres series de 20 repeticiones.

Músculos aductores

Sentada sobre un balón, abra las piernas al nivel de los hombros y ponga sus manos en la cintura.

Mueva la pelvis hacia un lado y hacia el otro, haciendo círculos, asegurándose de no desplazar la espalda.

Cambie el movimiento hacia delante y hacia atrás; al ser continuo, se activan los lumbares y glúteos y se presionan los músculos del piso pélvico.

Abdomen bajo, de hierro

Acostada, boca arriba, levante las dos piernas y flexione las rodillas formando un ángulo de 90°.

Suba la espalda, sin tensionar el cuello. Sostenga durante cinco segundos y contraiga el abdomen.

Relaje, baje las piernas y estírelas mientras las apoya sobre el piso.

Haga tres series de 20 repeticiones y cada semana puede aumentar el número de abdominales, según sus capacidades corporales.

Ayudas extra

Los expertos, además, aconsejan practicar técnicas que combinan Kama Sutra, Tantra o Tai Chi, ya que cuentan con posturas eróticas que no solo desinhiben a las mujeres, sino que también ejercitan desde los lumbares hasta los músculos vaginales involucrados en la relación.

Cuando el ejercicio no sirve

Algunas mujeres, a pesar de disfrutar las relaciones, nunca han experimentado un orgasmo.

Además, siguen la rutina de body language, pero los ejercicios no surten el efecto deseado.

"En estos casos, lo más acertado es que ellas acudan a un sexólogo calificado. Es posible que requieran un estudio hormonal completo, así sean jóvenes. También hay que estudiar la historia personal y de pareja, pues allí también puede radicar la causa del problema, pero el estudio del perfil hormonal es indispensable en estos casos", enfatiza el urólogo y sexólogo Alonso Acuña.

PILAR BOLÍVAR CARREÑO

El Tiempo

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