CONSUMER EROSKI ha analizado 40 juguetes de características muy diferentes (eléctricos, de mesa, muñecos, para crear, móviles, disfraces...) destinados a bebés y niños de hasta 14 años con el objetivo de comprobar si cumplen con la normativa de seguridad en vigor. El análisis ha constatado que ocho muestras incumplen la norma de seguridad. De ellos, cuatro incurren en infracciones que pueden considerarse graves. Son los siguientes: el muñeco "Pepo Píntame", el Juguete Creativo con imanes y pegatinas Barbie, el muñeco de lucha libre Boxing King y el Maletín de Pintura Mickey Mouse.
Los resultados completos de la investigación se publicarán en diciembre
Los resultados completos de la investigación se publicarán en diciembre, pero CONSUMER EROSKI ya ha informado de estas irregularidades a los fabricantes y a la Administración, para que adopten las medidas oportunas. Los incumplimientos de la norma de seguridad afectan al diseño y construcción, a la inflamabilidad, la seguridad eléctrica, los imanes y al contenido de sustancias tóxicas.
En materia de diseño y construcción, Pepo Píntame de Bizak (un perro azul con un bolso amarillo en forma de hueso) soportó las pruebas de tracción en diversos puntos, pero su bolso amarillo se rompió y dio lugar a piezas pequeñas que se pueden desprender e ingerir. Es un juguete peligroso porque está recomendado a menores de tres años y entra dentro de un uso convencional que los niños y niñas tiren de él y puedan romperlo. Otro juguete con incumplimiento en diseño y construcción es el Helicóptero Teledirigido Giro Marketing & Sales. El problema detectado es que las hélices se desprenden de su alojamiento al aplicar sobre ellas una fuerza de 48 Newtons y dejan al descubierto el eje de la hélice, que es una punta que puede entrañar peligro. La norma exige que soporte una tracción de 60 Newtons.
Los incumplimientos afectan a diseño, inflamabilidad, seguridad eléctrica, imanes y tóxicos
En cuanto a la presencia de imanes, el juguete creativo con imanes y pegatinas Barbie de Clementoni tiene un defecto grave de seguridad: incluye imanes tan pequeños que pueden ser ingeridos por los niños, y lo hace sin advertir en su etiquetado de esta circunstancia, a pesar de que la norma le obliga a informar de ello. En este juguete se detectó un segundo incumplimiento: tampoco cumplen la norma sus láminas de plástico que son algo más grandes y más finas de lo que establece la norma, lo que haría más probable un posible caso de asfixia.
Por otra parte, se han encontrado dos juguetes con niveles de tóxicos muy por encima de lo admitido por la norma. Son el estuche de 56 pinturas Mickey Mouse Club House de Poessa y la figura articulada Boxing King de Color Baby. Los dos contienen ftalatos, un grupo de compuestos químicos tóxicos que se emplean para aumentar la flexibilidad de los plásticos. La normativa admite sólo hasta un 0,1% de ftalatos en los juguetes, cuando el estuche de pinturas de Mickey Mouse tiene 7,9% de un tipo de ftalato (DEHP) y en la figura articulada Boxing King se registró un total de 3,4% de ftalatos (1,2% de DEHP y un 2,3% de DINP). El uso de estas sustancias tóxicas en artículos de puericultura y juguetes está muy restringido, ya que se cree que en dosis altas provocan comportamientos hormonales anormales, como por ejemplo la infertilidad. Ninguno de estos dos juguetes tiene como uso previsto que los niños chupen o muerdan el juguete, pero tampoco se puede descartar ese extremo.
Dos juguetes, por su parte, incumplen la norma de seguridad eléctrica. Se trata del discman con micrófonos Imaginarium y del Nenuco Mocosete de Famosa, cuyas pilas se calientan por encima de los 45º C permitidos por la norma cuando se provoca un cortocircuito usando un hilo metálico entre las conexiones de distinta polaridad. Parece poco probable que la utilización del juguete por el niño o niña pueda causar este cortocircuito de las pilas, pero la norma es clara al respecto.
Por último, el gorro de payaso Widmann no superó las pruebas de inflamabilidad. Se aplicó una llama durante cinco segundos a la borla de lana de este gorro y se comprobó que tardaba cuatro segundos en apagarse (la norma exige que sean menos de dos segundos) y además la llama recorría más de 70 mm antes de apagarse, cuando, según la norma, deberían ser menos. En el tejido del gorro, la llama se propaga a 24 mm/segundo cuando no debería hacerlo a más de 10 mm/segundo.
Los pasos siguientes
CONSUMER EROSKI ha informado de la situación al departamento de Consumo del Gobierno Vasco según lo establecido con el Instituto Nacional de Consumo. Una vez informado, el Gobierno Vasco valorará el informe aportado, pedirá respuestas a los fabricantes y en función de su valoración del riesgo, procederá a poner el producto en la red de alertas. Esta red europea informa de los productos que deben ser retirados por su peligrosidad y es de obligado cumplimiento para todos los distribuidores y fabricantes. El Gobierno Vasco informará, a su vez, al Instituto Nacional de Consumo y al resto de las autonomías para proceder a la posible retirada de los productos del mercado.
La norma de juguetes es una de las más exigentes de los productos de consumo, ya que regula aspectos directamente relacionados con la seguridad de los niños, un sector de la población especialmente desprotegido, que puede hacer un uso no previsto del juguete en cualquier momento.
Desde Consumer
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