Falta de responsabilidad, actitudes de desamparo, extorsión emocional una alegre y despreocupada visión de la vida, son algunos de los síntomas de aquellos hombres quienes, como Peter Pan, eligen ser eternamente niños.
Cualquiera sea su edad, 25, 40 o 60 años, siguen actuando, sintiendo como adolescentes.Por una parte, suelen ser personas divertidas y a su lado todo parece pura alegría de vivir. Pero por la otra, tratan de evadir continuamente sus responsabilidades; se refugian en fantasías imposibles de cumplir y culpan a los demás de todo lo que les ocurre.
Con el tiempo, todos nos convertimos en personas" grandes", independientemente de lo que hagamos o no por nuestras vidas. Sin embargo, llegar a adultos, en el sentido pleno de la palabra, requiere esfuerzo.
Para llegar a ser adulto, una persona debe elegir serlo y empeñarse en lograrlo. Y lo primero es aceptar la responsabilidad por lo que uno es y por lo que uno hace; y esto implica no evadir las obligaciones y responsabilidades; no utilizar excusas para justificar sus propias conductas. Pero en este largo y sinuoso camino algunas personas, como Peter Pan y Homero Simpson, se quedan detenidas en ciertas etapas y persisten en conductas infantiles.
Reconociendo a Peter Pan Para comenzar, es un adulto según su edad, pero un niño según su conducta. Puede parecer seguro de sí mismo, incluso arrogante, pero en el fondo se siente vulnerable, temeroso. Es capaz de entrar a una reunión y cautivar de inmediato al auditorio; su presencia no pasa desapercibida; es chispeante, seductor, incluso a primera vista, los demás parecen insignificantes. Pero en el fondo, este hombre es indeciso, inseguro y sobre todo teme que no lo amen y tapa sus inseguridades con una máscara de seguridad y alegría ficticia.
Vive escondiéndose atrás de fachadas y excusas; disimula su incapacidad de madurar con juegos, pasatiempos, negocios fantásticos, grandes proyectos imposibles y aventuras amorosas. Parecería que el único compromiso que asume Peter Pan es evitar todo el tiempo el compromiso.
S.O.S para Peter Pan
Lo primero que tiene que hacer, es darse cuenta que tiene un problema. Pero hete aquí que no es ésta una tarea sencilla, ya que culpar y hacer responsables a los demás de todo lo que les sucede es parte de su síndrome. Muchas veces necesitan sentir en carne propia las consecuencias de sus actos, para recién entonces pensar en la necesidad de algún cambio de actitud.
Las conductas ejercidas durante muchos años no se modifican fácilmente, por lo que una terapia psicológica sería la mejor indicación. Es conveniente en estos casos, comenzar con una terapia de pareja o familiar para evitar el error de considerar que el problema es solamente de uno de los integrantes, cuando en muchos casos es la pareja o los padres quienes favorecen, sin darse cuenta, las conductas tipo Peter Pan.
La mejor forma para que un hombre se recupere de este síndrome es permitir que enfrente la realidad y asuma las consecuencias de sus conductas. Por más duro que parezca al principio, no se haga cargo de sus responsabilidades: si no paga las cuentas, no lo haga Ud. por él; si se queda dormido, no lo despierte. La próxima vez, no ocurrirá.
Si se queja de que en su trabajo no le dan el puesto que él considera que se merece, pregúntele qué va a hacer al respecto, en vez de consolarlo, acusarlo de inútil o quejarse junto a él. Pero también dele su apoyo, observando las partes positivas de su personalidad y aliéntelo a que desarrolle su potencial adulto basándose en ellas.
Desde Mujer Actual
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