jueves, 11 de diciembre de 2008

El hambre en las primeras semanas de gestación afecta a la salud de los hijos en la vida adulta

La exposición prenatal al hambre se marca en los genes del bebé y puede conducir a cambios genéticos que afectan a la salud en la mediana edad, según un estudio dirigido por el Centro Médico de la Universidad de Leiden en los Países Bajos. Los resultados del estudio se publican en la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los científicos, dirigidos por Bastiaan Heijmans, informan de que los niños concebidos durante la hambruna danesa, causada por un embargo de alimentos de seis meses en los Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial, experimentaron efectos perjudiciales persistentes sobre su salud.

Los autores descubrieron que los niños expuestos al hambre durante las 10 primeras semanas después de la concepción tenían menos grupos de metilo unidos al factor de crecimiento similar a la insulina II (IGF-2) que sus hermanos del mismo sexo. El número de grupos de metilo unidos a un gen controla la cantidad de proteínas que la célula sintetiza, control que se conoce como epigenética.

Los niños expuestos al hambre durante las 10 semanas anteriores al nacimiento no mostraron diferencias en la metilación del IGF-2, lo que indica que estos cambios se produjeron pronto en el desarrollo prenatal.

Los descubrimientos demuestran el efecto de filtración de las mujeres embarazadas a sus hijos no nacidos y el momento temporal asociado con tales daños. Según los investigadores, se necesitan más estudios para determinar si los cambios epigenéticos en IGF-2 afectan a las tasas de enfermedad.

Desde | AZ Prensa


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