jueves, 8 de enero de 2009

Madre palestina: "Me siento culpable por tener hijos"

BBC Mundo conversó con Nirmeen Kharma, una madre palestina que vive con sus tres hijos en el centro de la ciudad de Gaza.

Este es su testimonio de lo que está viviendo tras 13 días de la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza.

Estoy muy asustada. Anoche no pude dormir. De hecho las noches anteriores han sido miserables, pero anoche fue la peor.

Vivo muy asustada por mí y por mis hijos. Algunas veces, me siento culpable por tener hijos en un ambiente tan insalubre y peligroso.

Nunca me imaginé que las cosas se iban a poner tan mal. Es increíble lo que está pasando.

La noche del martes fue más tranquila. Pudimos dormir, pese a que cuando nos despertamos había algunos bombardeos. Durante el cese el fuego, que duró tres horas, salí a ver a mi madre y a mis hermanas. Cuando regresé a mi casa me sentí un poco mejor, pero a las 2:00 de la mañana, nuevamente comenzó todo ese ruido horrible de las bombas cayendo en todas partes.

Nosotros estábamos algo relajados por todas las negociaciones políticas y diplomáticas que se estaban llevando a cabo para hallar una solución a la crisis, una tregua o un cese el fuego. Psicológicamente estábamos listos para lo mejor, para que las cosas se calmaran.

Pero, de repente, comenzaron los bombardeos. Era increíble.

En el principio de la ofensiva militar, los F16 y los aviones apaches bombardeaban todo. Cuando se inició la campaña terrestre, los bombardeos aéreos se redujeron en comparación con el inicio, pero anoche fue exagerado. Comenzaron muy tarde y los niños estaban muy asustados.

Impotencia

Mi hija de 14 años pedió a un amiga durante esta operación. Ella está en shock y muy triste.

Ella me dijo que estaba segura de que los padres de su amiga hicieron todo lo que estuvo a su alcance para protegerla, pero no lo lograron.

Ella está en una situación horrible. Ella puede sentir que yo estoy asustada y se mantiene diciéndome que sabe que no puedo protegerla. Eso me hace sentir muy culpable porque me está diciendo la verdad: no puedo protegerla.

Mi segundo hijo tiene 9 años. Es asmático y ahora, como no tenemos electricidad, debemos poner un generador para que pueda usar el ventilador.

Está sufriendo más ataques porque está muy tenso y asustado. Cuando empiezan los bombardeos, se pone muy pálido y deja de hablar. Puedo ver en sus ojos cuán asustado está.

Mi último hijo tiene tres años. Es muy pequeño para entender lo qué está pasando, pero sabe cuando están bombardeando. No creo que se dé cuenta de que se trata de algo que es peligroso.

Cuando comienzan los ataques, nos vamos rápidamente hacia el corredor (porque allí no hay ventanas). Para él es como un juego, cada vez que escucha un ruido, incluso si es lejano, me pregunta: '¿Nos vamos al corredor?'

Toda la situación es realmente miserable para todos.

Al vivir en Gaza, algunas veces me siento culpable de tener hijos.

Este ha sido un lugar que siempre ha estado políticamente polarizado. Los palestinos desde que son niños entienden esa realidad. Mis hijos sabían lo que pasaba cuando Hamas tomó el control de la Franja de Gaza. Ellos saben que esto es una guerra.

Evito entrar en detalles sobre la situación, pero saben que es una guerra de Hamas contra Israel.

Cuando están asustados, trato de reconfortarlos y les digo que todos estamos asustados, pero que estaremos bien.

Nosotros no sintonizamos ni la radio ni la televisión. Las imágenes son lo suficientemente horribles, por eso no quiero que mis hijos vean en detalle lo que ocurre. Lo que ellos saben es suficiente. No les quiero explicar nada más. Ellos son niños. En principio no deberían estar pasando por todo esto.

Destrucción

Cuando salí ayer, pese a que es arriesgado hacerlo, vi lugares, que les juro, no podía reconocer. Han cambiado totalmente.

Cerca de mi casa estaba el Consejo Legislativo palestino que fue bombardeado. No lo pude reconocer, ni siquiera la calle. Hasta la calle estaba destruida. Todo se ve horrible.

Puedes ver en el rostro de las personas lo estresadas que están.

Antes de que empezara la ofensiva militar, nosotros guardamos comida porque habíamos oído que una operación se produciría en Gaza.

El pan lo hacemos en casa porque la mayoría de las panaderías están cerradas y aunque algunas estén abiertas, hay colas y colas de gente esperando.

No tenemos electricidad, por eso ponemos el generador sólo pocas horas al día porque no tenemos suficiente combustible.

Tenemos nuestros propios tanques de agua, pero dependen de que el generador esté encendido. Si no hay generador no hay agua.

Tratamos de hacerle frente a la situación. Gracias a Dios, estamos en mejores condiciones que otras personas. Pero, ningún lugar es seguro y nadie se siente seguro.

Tenemos comida, pero la comida no te calma cuando estás asustado.

Desde | BBC Mundo

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