sábado, 7 de febrero de 2009

Neofobia: miedo a probar sabores nuevos

Los nutricionistas afirman que la salud está directamente relacionada con la alimentación, y que comer sano es una cuestión de educación. Hoy en día, la comida chatarra ha sustitudio a la cazuela de vacuno y la ensalada de tomate y choclo. Cada vez hay más miedo a probar nuevos sabores, cada vez tenemos dietas más pobres. ¿Consecuencias?

Tras más de 40 años de experiencia clínica e invesestigación, el doctor J. Seignalet -uno de los precursores de lo que se conoce como nutrición celular activa- ha llegado a la conclusión de que en el origen de un número importante de enfermedades (como reumatismo, migrañas, alergias, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, hemorroides, varices, etc.) se sitúa como factor determinante la alimentación moderna, obviamente inadecuada para el organismo.

En su libro “La alimentación o la tercera medicina” afirma que el intestino delgado es la principal vía de entrada de numerosos tóxicos perjudiciales para el ser humano, particularmente a través de la alimentación. Expertos en nutrición abalan sus palabras. Teniendo en cuenta que la alimentación está directamente relacionada con la salud, y que el ser humano cada vez se alimenta peor, resulta evidente la necesidad de poner cartas en el asunto y hacer lo posible por cambiar nuestros hábitos alimenticios y, lo que resulta más importante a ojos de una gran número de nutricionistas, educar el paladar de los más pequeños para que en el futuro sepan comer correctamente.

Según los expertos, comer sano es una cuestión de ecucacion. Si a un niño se le acostumbra a comer pescado desde pequeño, cuando sea adulto lo seguirá comiendo. Si se le acostumbra al sabor de los fritos, de mayor nunca pedirá algo cocinado a la plancha. Miedo a probar nuevos sabores “Los expertos en alimentación hemos comenzado a notar que nuestra gente, especialmente nuestros niños, no tienen interés por querer probar sabores nuevos y se quedan anclados en algunos sabores típicos, muy asociados con la comida chatarra como puede ser el ketchup, la mayonesa o la grasa. Crece el desinterés por incorporar comidas más nuevas, más elaboradas”, le dijo a Punto Vital el nutriólogo Jaime García Birón.

Se trata de la neofobia, o miedo a probar nuevos sabores, un miedo derivado en la mayoría de los casos de una dieta bastante pobre en cuanto a sabores, que según Birón no sólo afecta a los más pequeños, sino también a los adultos. “Hoy en día los padres no se toman el tiempo para llevar una dieta equilibrada y sana. A veces no es sólo un problema de desinformación si no tambien de tiempo”.

Varios trabajos de investigación realizados en Chile demuestran que la creciente incorporación de la mujer al mercado laboral ha afectado de alguna manera a la dieta familiar, ya que hasta entonces era la mujer quien se encargaba de cuidar de la casa y preparar la comida para todos, sin tener que compaginar este trabajo con tareas externas. “Hoy en día muchas madres no logran encontrar el tiempo necesario para dejar preparado un almuerzo que sea saludable y muchas veces recurren a la comida chatarra porque no tienen tiempo o no tienen ganas, o porque no tienen claro el riesgo que a la larga puede tener una dieta pobre”, afirma Birón.

Sin embargo, añade, “la falta de tiempo no debe ser excusa para dejar de lado alimentos saludables como la fruta, los vegetales, el pescado”. Según los expertos, comer sano es una cuestión de ecucacion. Si a un niño se le acostumbra a comer pescado desde pequeño, cuando sea adulto lo seguirá comiendo. Si se le acostumbra al sabor de los fritos, de mayor nunca pedirá algo cocinado a la plancha.

El principal problema de esa negativa a probar nuevos sabores que muchos niños (y también adultos) chilenos experimentan hoy en día es que impide que una dieta sea rica, y en nutrición –como dice Birón- “en la variedad está la riqueza”. Además, suele inducir a un aumento de la ingesta de comida chatarra, “que es la peor para la salud, ya que se caracteriza por alimentos ricos en sal y grasas y pobres en fibra”. Por otro lado, según el nutriólogo, “este desinterés por probar nuevos sabores no contribuye mucho a que la persona desarrolle habilidades o actitudes sensoriales que tienen que ver con una mayor capacidad de aprendizaje, una mayor inteligencia emocional, una capacidad de conectarse en situaciones como el arte y se va estrechando la visión sensorial y emocional”.

Cómo combatir la neofobia

El desinterés por nuevos sabores, o el empeño en comer siempre lo mismo, puede ser fruto de un interés limitado en conocer cosas nuevas, aunque en muchos casos es una cuestión de costumbres que puede llegar a considerarse como una especie de “adicción”. Es decir, si de niños nos acostumbramos a comer siempre completos y papas fritas, de adultos necesitaremos comer completos y papas firtas.

“Tras la negativa a nuevos sabores hay un fenómeno químico en el organismo que tiene que ver con la presencia de una mayor cantidad de grasa saturada y azúcar que tienen un efecto en el ánimo. Es como el tabaco. Si una persona se acostumbra a ingerir diariamente un nivel alto de grasa y azúcar, no comerlo va a provocar una cierta ansiedad, una preocupación. El cuerpo demandará esos alimentos”, asegura el nutriólogo.

Por ello es imprescindible cuidar la alimentación de los hijos incluso antes de que hayan nacido. Sus hábitos alimentarios han der ser variados y ricos en todo tipo de nutrientes, sólo así su gusto estará educado y preparado para cualquier sabor y para llevar con gusto una dieta rica y balanceada. “Incluso durante el embarazo y la lactancia es importante que la mamá lleve una dieta lo más variada y sana posible, ya que el sabor de la leche materna irá cambiando dependiendo de la alimentación, lo que ofrece al bebé la posibilidad de comenzar a identificar sabores”. Más adelante, los purés, las papillas y los jugos son buenas fórmulas para incluir un gran número de sabores y alimentos en la dieta del pequeño.

“Los expertos en alimentación hemos comenzado a notar que nuestra gente, especialmente nuestros niños, no tienen interés por querer probar sabores nuevos y se quedan anclados en algunos sabores típicos, muy asociados con la comida chatarra como puede ser el ketchup, la mayonesa o la grasa. Crece el desinterés por incorporar comidas más nuevas, más elaboradas” Dr. Jaime García Birón, nutriólogo Hay muchas formas de “convencer” a los más pequeños para que prueben la más amplia gama de alimentos. “Hacerlos partícipes de sus comidas, invitarlos a cocinar, jugar con los colores de las frutas y verduras, hacer platos atractivos en forma de caras o dibujos” son buenas alyternativas para involucar a los niños en al alimentacion y despertar su curiosidad por los alimentos.

“Es imprescindible que nos demos cuenta de que debemos comenzar a educar y autorregular el tema de la alimentación, no sólo en Chile si no en la gran mayoría de los países”, concluye Biróin. “Pero para eso es necesario llevar a cabo cambios grandes, estructurales, no se puede hacer de forma brusca porque significaría cambiar la industria de los alimentos. Tiene que haber un proceso de cambio en el que todos deben remar hacia el mismo lado y eso requiere mucho diálogo entre los dieferentes actores y cada vez más informacion a los usuarios, más datos a las mamás y a las familias a través de los colegios, de los hogares, de la universidad y de los lugares de trabajo. Es fundamental tomar conciencia de los beneficios de una alimentación saludable (y actividad física regular) y los riesgos y costos de una alimentación pobre”.

Desde Zona Pediatrica

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