viernes, 10 de abril de 2009

Tres universitarios idean un dispositivo para evitar la muerte súbita de los bebés

Tres estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) han ideado un sistema que podría ayudar a evitar el síndrome de la muerte súbita en los bebés, la principal causa de fallecimiento en Europa de los menores de 12 meses. El invento, presentado ayer en Terrassa (Barcelona), trata de detectar de forma sencilla y con tiempo suficiente la anomalía respiratoria que ocasiona la muerte, para intervenir rápido, despertando al pequeño.

Los tres estudiantes que lo han desarrollado, que cursan tercero de Ingeniería Técnica, son Sergio Villaplana, José Tirado y Albert Cruz. Este equipo de alumnos de la facultad de ingeniería del campus de Terrassa propone instalar en la cuna del bebé pequeños micrófonos que previamente se tienen que configurar con el sonido particular de la respiración del pequeño.
Para ello, se instalan dos micrófonos, uno bajo las sábanas a la altura de la cabeza, para detectar la respiración directa, y otro en la parte superior de la cuna, para controlar el sonido ambiente. A partir de los datos recibidos entre los dos micrófonos se realiza una resta de las dos señales, lo que permite obtener una señal fiable de la respiración correcta», ha explicado Sergio Villaplana, uno de los creadores.

A partir del resultado obtenido, se envían los datos por radiofrecuencia a un dispositivo receptor que tienen los padres y que recibe datos cada diez segundos, tiempo en el que se lleva a cabo un muestreo real.

De tal manera que en el momento en el que el bebé, en el transcurso de su sueño, deja de respirar, el micrófono deja de enviar señales al receptor, y al mismo tiempo el sistema hacer saltar unas alarmas sonoras y lumínicas que avisan a los padres de que hay un problema porque el niño no respira. Así, los padres o cuidadores del bebé pueden despertarle a tiempo y salvarle de una muerte segura.

Los autores aseguran que el mecanismo aún se tiene que perfeccionar, pero fuentes de la UPC señalan que con la debida financiación, el aparato podría comercializarse en breve. Albert Cruz, miembro del equipo, añade que con el asesoramiento de un médico sería posible ponerlo a la venta con un precio aproximado de 100 euros.

Dispensador de pastillas

Al margen de este proyecto, otro grupo de alumnos plantea un dispensador electrónico de pastillas. El sistema evitaría a los enfermos que tienen que tomar mucha medicación o a las personas con problemas de memoria, olvidar qué tipo de pastilla tienen que ingerir en cada momento o a qué hora deben tomarla.

La idea funciona con un dispensador fijo instalado en la pared de cualquier edificio, conectado a la red, en el cual se almacenan las pastillas de manera ordenada y por tipos. Un brazalete, que se puede llevar como un reloj, hace las veces de mecanismo que avisa al paciente de que debe tomar la pastilla. Los autores calculan el coste del sistema en 600 euros.
Una tercera idea innovadora planteada por los estudiantes del campus vallesano propone una mochila solar, que además de servir para llevar cosas, el usuario puede usar para cargar el PC, el teléfono, o la consola.

Desde | Diario Sur

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