El desarrollo de tu bebé
Desde la cabecita hasta los pies, tu bebé mide ahora alrededor de 13,5 pulgadas (unos 34 centímetros). Pesa lo mismo que un nabo mediano, 1,5 libras (unos 680 gramos) y, aunque no te parezca mucho peso, su cuerpo se ve ya más llenito, en vez de delgadito y largo. A medida que vaya engordando, su piel tendrá menos arrugas y se verá más suave. Cada día se parece más al recién nacido que conocerás en unas semanas.
Posiblemente te hayas dado cuenta de que tu bebé tiene períodos de descanso y de actividad. Notarás que hay más actividad fetal cuando estás quieta. La audición del bebé también ha continuado su desarrollo y tal vez el niño sea capaz de escuchar tu voz.
Tu cuerpo
El embarazo puede originar efectos no muy gratos en el aparato digestivo. La hormona progesterona no sólo vuelve más lenta la digestión, sino que afloja la válvula de entrada al estómago y no puede cerrarse bien. Esto hace que los ácidos del estómago asciendan hasta el esófago. El resultado: reflujo (también llamado “acidez”) que puede hacer que comer tu plato favorito se convierta en una pesadilla. El aumento del tamaño del útero presiona aún más el estómago en los últimos meses del embarazo. Prueba comer porciones pequeñas con frecuencia y evita las comidas picantes o grasosas.
Tu bebé no es el único que tiene más pelo. Es posible que tu cabello se vea más abundante y sedoso que nunca. No es que te esté creciendo más, sino que se te cae menos. También puede que notes un vello corporal más denso y de color más oscuro, debido al incremento de hormonas sexuales conocidas como andrógenos. Todo regresará a la normalidad en las semanas posteriores al nacimiento del bebé.
Desde | K.H
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