miércoles, 12 de agosto de 2009

Dejar de fumar no es sinónimo de ENGORDAR

Existe el consenso científico que el fumar cigarrillos provoca cáncer, enfermedades cardíacas, enfisemas, úlceras pépticas, entre otras enfermedades.

• En las mujeres embarazadas que fuman, además de contraer riesgo de placenta previa, mortalidad prenatal y posible aborto espontáneo; nutricionalmente disminuyen la vitamina C, el zinc, ácido fólico e hierro. Estos nutrimentos son importantes para su estado prenatal, el desarrollo del feto y evitar neonatos de bajo peso al momento de nacer.

• Durante la lactancia, periodo donde alimentas al bebé, la nicotina aparece en la leche materna y se vuelve un factor de riesgo para el lactante porque se convierte en un fumador pasivo.

Además, el hábito de fumar también puede afectar nuestro estado nutricional:

• El monóxido de carbono que se inhala puede bajar los niveles de HDL (colesterol bueno) convirtiéndose en un factor de riesgo independiente para desarrollar problemas coronarios.
• Hay pérdida de vitaminas, antioxidantes, las cuales evitan que los radicales libres oxiden las células. Por ejemplo: La deficiencia de vitamina A es una de las razones principales para el deterioro de los pulmones.

La mejor acción que puedes hacer para mejorar tu salud y bienestar es dejar de fumar. Si deseas dejar de fumar y te preocupa que puedas ganar peso corporal consulta a un Nutricionista que en estos casos es la persona indicada para guiarte a que recibas una alimentación saludable acorde a tus gustos y necesidades. Fumar es mucho más perjudicial para tu salud que el ganar unos cuantos kilos. Haciendo unos cambios tan simples: como mejorar tu hábito alimentario y tú actividad física te ayudará a controlar el peso mientras dejas de fumar.

Desde | Mam´s&Baby´s

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